La verdad es que
esto no tiene cuando parar… anoche una muerte más, producto de la guerra
fratricida que existe en el interior del gremio de construcción civil… y eso
cualquier ciudadano con un mínimo de coherencia, lo siente y lo cree así.
Si bien es cierto,
no se han señalado responsables, pero lo cierto es que todos pensamos que es la
lucha por tener liderazgo en el gremio de construcción civil… es la lucha por
el poder… por seguir logrando cupos para sus agremiados… cupos a punta de
balas, a punta de muertos… y lo peor de todos es que la muerte de este
dirigente de construcción civil, no servirá para frenar esta ola demencial de
muertes, sino servirá solamente como un número que incrementa la estadística de
muertes cometidas al interior de este gremio, sin que nadie haga nada.
Se dice, que se
van a tomar algunas medidas, se habla de que las licencias para portar armas
quedarán anuladas, todas en su integridad… con lo que todo aquel que tenga un
arma, la tendrá en forma ilegal, y será plausible de ser capturado por tenencia
ilegal de armas… pero cuando se tomará esta medida… tiene que ser ya… para
empezar a desarmar a tanto delincuente que anda suelto, con pistola en mano, bajo
la patente de tenerla para su seguridad.
Nos preguntamos
qué tendrá que pasar para que estas muertes paren… para que no nos sigamos
desangrando… para que no sigan cayendo más gente buena…
Las medidas tienen
que ser duras… debe de haber detención de todo aquel que cause desorden, de
todo aquel que tenga un arma en la mano… de todo aquel que extorsione… que
busque cupos de trabajo a la fuerza… hay que tomar medidas radicales quizás,
pero necesarias en estos momentos para evitar seguir desangrándonos.
De aquí también
nuestro pesar y solidaridad con «Chabelita», esperamos que pronto se recupere,
que pronto nuevamente éste con el micrófono en la mano, para seguir brindando
la información que sus oyentes y televidentes esperan.
Nuestro pesar por
el dirigente que ya no está más, y ojalá que su muerte sirva para evitar que más
sangre se siga derramando.
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