Publicado por el Padre Felipe Manco Francia
La derrota del Walter Ormeño, ha tocado el fondo del corazón y
sentimiento del hincha cañetano, apaga una ilusión que nació con mucha fuerza
de ver a un equipo cañetano en las máximas competencias profesionales del balompié
peruano. Nos hizo soñar con un equipo fuerte, aguerrido, donde siempre ha
salido victorioso en los momentos difíciles, un pueblo cañetano siempre fiel al
futbol llenando los estadios donde jugaba el Walter. Las derrotas duelen pero
dejan muchas lecciones. Hay una frase que ayuda a resumir la eliminación del
equipo cañetano "hay que jugar hasta el final". Estaba escuchando la
emisora radial cuando el Walter Ormeño estaba iniciando las acciones en el
Oscar Ramos y el comentarista deportivo radial decía: "el rival es un
equipo que lo pasamos por encima", "es un equipo que no le hará daño
al equipo cañetano", "desde ya tenemos que prepararnos para la
siguiente fase, porque este equipo es fácil"... estas frases duelen pero debemos
siempre pisar tierra y ganar cada partido.
En la Copa Perú no hay equipo fácil, a estas alturas todos los equipos
han pasado por un montón de partidos y han ganado, todos son respetables, así
no tengan jugadores de renombres.
La humildad, no se puede perder en ningún lugar, ni como locales ni
como visitantes. Nunca podemos despreciar al rival. Esta bien que estamos cerca
de Lima pero también somos provincianos. Las cosas están hechas y nos deben
dejar una lección grande. Es fácil armar un grupo con hombres que juegan bien a
la pelota, porque se va escogiendo de uno y otro equipo que van quedando fuera,
pero "es muy difícil formar un equipo que juegue en conjunto". El
Walter Ormeño se lleno de estrellas que se apagaron porque todos querían
brillar y dar fácilmente un salto rápido y ser famosos, muchos quieren el
domingo llenar los titulares de los diarios o salir en los canales de televisión
nacional y que mencionen su nombre. La fama ciega y no ayuda a subir peldaños.
Las caídas son más duras y difíciles.
Mi admiración y respeto a los hinchas cañetanos que dejaron todo, su
trabajo, sus ahorros, su familia y muchas cosas para alentar y viajar con el
equipo de nuestra Provincia. El ejemplo de unidad en las barras para alentar y
buscar de cualquier modo recursos y estar presente en cada presentación es para
brindarles un aplauso. La unidad hace que se pueda lograr metas en la vida pero
eso falto demostrarlo en la cancha. El egoísmo en el campo de futbol mata todo
el gran esfuerzo conseguido. El futbol de la Copa Perú también ha dado
oportunidad que el nombre de "Cañete" o el futbol cañetano haya
estado en la mirada de todo el Perú y el mundo. Gracias a los medios de
comunicación que le han dado el tiempo y el espacio para difundir este evento
Provinciano. El ultimo partido del Walter Ormeño donde era local en la ciudad
de Imperial "tierra y cuna del Comercio Cañetano". El canal 4
"en la previa", haciendo un recorrido de todos los lugares donde había
futbol de la copa Perú, resaltaba lo cultural, hermoso de cada lugar para poder
ir y visitar esos lugares. Arequipa, Tacna, Cajamarca....y cuando pasaron la
previa antes de jugar el Walter Ormeño con el equipo Pucallpino San Alejandro,
sacaron las cantinas que estaban al frente del Estadio, hombres que habían bebido
licor de un día anterior y estaban dormidos cuando el partido estaba ya por
iniciarse. Era una vergüenza ver esas imágenes, cuando se podría aprovechar
para resaltar lo bueno y cultural de nuestra Provincia. Muchas lecciones nos
deja esta copa Perú que debe a todos ayudarnos a levantar cabeza, sacar
experiencia de los errores y trabajar desde la niñez por el deporte en la
Provincia de Cañete.
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