A tres horas de Lima hay un paraíso donde el clima es
amable todo el año, la gente es cariñosa y se come muy bien.
Juan Pablo Zolezzi es un
publicista y un especialista en marketing que, un día, enamorado del paisaje de
Lunahuaná, decidió darle un giro a su vida.
Renunció a su trabajo –una
gerencia muy bien remunerada– y se fue hasta Catapalla (kilómetro 45 de la
carretera a Lunahuaná), compró una vieja hacienda (casona incluida) y, allí,
respetando el nombre original del lugar, instaló La Confianza, un hotel donde
la vida es más tranquila (y más sabrosa).
Conocidas son las bondades del
lugar: bello paisaje, un río lleno de camarones (estos días en veda) donde es
posible hacer canotaje, cerros empinados para hacer andinismo, ciclismo o
caminar.
Nosotros, más golosos que
deportistas, nos fuimos a descansar y a comer. Kristel Chuquispuma, la experta
cocinera de La Confianza, nos engrió con un muy respetable cebiche de trucha,
con un sabroso lomo en queso de albahaca, una trucha marocoto (deben patentar
la salsa) y un pollo a la pimienta molle.
Por la noche, Juan Pablo
preparó una parrillada al estilo argentino. Por ella, por los camarones y la
buena onda, prometemos volver (ah, y por el pisco).
DATO
La Confianza está en Catapalla
(km 45 de la carretera a Lunahuaná). Reservas: reservas@laconfianza.com.pe o
visite la página www.laconfianza.com.pe
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