Por: Armando Arango.
Fotos: Arturo Pérez.
Una puerta se cierra y otra se abre. Waldir Sáenz no ha podido darse el
gusto de volver al fútbol con la camiseta que es como su segunda piel, la
blanquiazul de Alianza Lima, pero el Walter Ormeño de Cañete lo ha recibido con
los brazos abiertos para jugar en la Segunda. El goleador de todas formas sueña
con dirigir algún día al equipo de sus amores.
—¿Te fue difícil aceptar la oferta del Ormeño?
—No, para nada, porque conversé con los dirigentes y me hicieron llegar
su proyecto, que es muy serio, y que tiene como objetivo llegar a Primera.
—¿Tampoco el hecho de jugar en Cañete?
—Es cierto que Cañete está un poco alejado de Lima, pero no es mucho.
Uno puede chapar su bus y llegar en dos horas. Además, vamos a entrenar en Mala
y se nos va a hacer familiar ir hasta allá.
—¿Te mudarás a Cañete?
—No. Mis hijas necesitan que su papá esté cerca y yo quiero estar junto
a ellas. Tendré que viajar seguido para jugar y luego regresar con mi familia.
—Tres años estuviste sin jugar,
¿no te picaban los pies?
—Sí y mucho porque esto es lo que me gusta. Por eso me he preparado
bien, de la mejor manera, y ahora lo único que me falta es llegar al ritmo que
quiere el profesor (Juan Cabanillas).
—¿Qué es lo que te ha pedido el “Pato” Cabanillas?
—Que juegue como sé hacerlo, pero sobre todo transmitir mi experiencia
a los más jóvenes del equipo. Con él estuve en Boys (2009) y me fue bien.
Además, nos reunimos seguido para partidos de exhibición y cultivamos una buena
amistad.
¿Crees que la Segunda será más fuerte este año?
—En cierta parte sí porque ahora hay más equipos de altura. Hay equipos
de Arequipa, de Puno. También de Iquitos y Pucallpa, para eso tenemos que
prepararnos bien. Debemos jugar y hacer las cosas bien.
¿A tu edad (39) estás para ser delantero o volante?
—No lo sé. Por el momento hemos jugado dos amistosos y he jugado de
delantero, de enganche y de volante por fuera. Yo me siento bien y el “Pato”
sabrá dónde ubicarme.
ALIANZA LIMA CORAZÓN
¿Cómo ves a Alianza en el Descentralizado?
—Va bien. La derrota ante Unión Comercio fue un traspié porque el clima
le jugó una mala pasada, pero creo que los muchachos podrán sobreponerse y
seguir adelante. Falta mucho para el final.
—¿Ves en Yordy Reyna algo de Waldir Sáenz?
—Más bien le veo cosas de Darío Muchotrigo. Es rápido y desborda con
facilidad, al igual que lo hacía mi compadre en sus buenos años. Ojalá Dios
quiera que mejore en los goles y, si es así, no creo que dure hasta fin de año
en Alianza.
—Hablando de Muchotrigo, a sus 42 parece un chibolo de 15, ¿no?
—Sí, se le ve bien y tranquilamente puede jugar al fútbol, para él sí
está fácil. Voy a hablar con los dirigentes de Walter Ormeño para que lo fichen
porque se mantiene igualito a cuando empezó.
— ¿Te sorprenden los escándalos del “Churrito” Hinostroza?
—No puedo opinar de ese tema porque cada uno es libre de hacer lo que
mejor le parezca. Él está allá (en el Zulte Waregem de Bélgica) y espero que
por su bien y el del fútbol peruano no regrese.
ÚLTIMOS TOQUES
—¿Este es tu último año en el fútbol o aún no lo tienes decidido?
—Sí, ya lo tengo decidido.
—¿Te gustaría despedirte en Alianza?
—Claro que me encantaría retirarme en Alianza, pero eso ya no depende
de mí.
—¿Y no te gustaría ser dirigente o técnico en Alianza?
—Dirigente no, porque para manejar un club uno debe de llegar con
plata. Técnico sí y para eso estoy estudiando. Algún día se me dará la
oportunidad de dirigir Alianza Lima.
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