(VIDEOS) Las luces se
encendieron y Don Francisco entró, por última vez, a presentar Sábado Gigante.
Los finales traen, casi
siempre, una mezcla inevitable de tristeza y alegría que hay en un adiós.
Tristeza por el fin, alegría por el camino recorrido. Cosas de la nostalgia.
A Mario Kreutzberger, o como
todos lo conocen, Don Francisco, se le notaba emocionado desde que el reloj
marcó las 8:00 p.m. del sábado. Había razones de sobra. Empezaba a animar el
programa que marcaría el fin tras 53 años de acompañar a millones de
espectadores.
Don Francisco dio las buenas
noches y sus ojos mostraban unas lágrimas que no bajarían porque de principio a
fin del programa mantuvo la compostura. “Y gracias a la vida”, expuso,
anclándose a la icónica canción Gracias a la vida de Violeta Parra con la que
minutos antes el programa abrió. Rápidamente, Don Francisco invocó a Chile, su
país, por las Fiestas Patrias pero también por el terremoto del miércoles.
“Con este aplauso, ¡arriba
Chile!”, expresó para continuar sus saludos y agradecimientos a la audiencia,
su equipo, su esposa con la que lleva los mismos 53 años del programa, sus
hijos -entre ellos el mayor, al que como eco de su humor, dijo que parece su
papá- y ocho de sus nueve nietos. (Univision)
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