Segunda fase de proyecto
Glaciares estudiará impacto del retroceso de glaciares en cuenca del río Cañete
debido al cambio climático.
Mejorar la capacidad de
adaptación y gestión de riesgos frente a la reducción de la superficie glaciar
en la cuenca del río Cañete, en la sierra sur de Lima, es el objetivo de la
segunda fase del proyecto Glaciares, una iniciativa de la cooperación
binacional Perú-Suiza que se ejecutará en los próximos tres años.
Karen Price, coordinadora del
proyecto, informó a la agencia Andina que para esta segunda fase se cuenta con
un financiamiento cercano a los 5 millones de francos suizos (alrededor de 4
millones 500,000 euros) de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
(Cosude) a través de su Programa Global de Cambio Climático.
Indicó que el retroceso
acelerado de glaciares en los Andes tropicales incrementa las condiciones de
posibles deslizamientos, avalanchas, y aluviones y, por lo tanto, incrementa
los riesgos de desastres. Frente a ello, se requiere la implementación de un
sistema de alerta temprana que permita una pronta evacuación de la población y
salvar vidas.
Además, ocasiona una pérdida
de una importante fuente de agua para las poblaciones aledañas, la producción
agrícola de cual dependen para subsistir y mejorar su calidad de vida; así como
para los sistemas de agua potable y para la generación de energía en todo el
país.
"Estas condiciones,
generan nuevos riesgos debido a los impactos de cambio climático, provocando
alteraciones en las condiciones sociales y por ende la vulnerabilidad de la
población", manifestó.
En ese sentido, Price refirió
que una de las primeras actividades del proyecto es levantar información que
permita determinar la magnitud del repliegue de los glaciares que constituyen
la naciente del río Cañete y luego conocer en qué medida esta situación afecta
a los humedales y bofedales de los que depende la subsistencia de alrededor de
25,000 familias a lo largo de la cuenca.
La coordinadora del proyecto
Glaciares destacó que en esta segunda fase es muy importante la incorporación
del sector privado, dado que desarrolla actividades económicas como la
generación de energía eléctrica, que depende de la disponibilidad de agua.
Asimismo, se quiere afianzar
la institucionalidad en el tema de los glaciares, sobre todo en el ámbito de la
investigación y el funcionamiento de un sistema gubernamental en el que
participen activamente los gobiernos regionales y locales, con el apoyo de la
población.
Recordó que en la primera fase
del proyecto, iniciada en 2011, se intervino en las regiones Áncash (Cordillera
Blanca) y Cusco (Cordillera del Urubamba). En el primer caso se habilitó un
sistema de alerta temprana en Carhuaz que beneficia a 1,150 familias, mientras
que en el segundo se diseñó un sistema de monitoreo integral en Santa Teresa,
que está en proceso de implementación y que beneficiará a 380 familias.
En ambos lugares se logró la
participación de la comunidad en el desarrollo de planes que integren gestión
de riesgo de desastres y adaptación al cambio climático, se incorporó ambos
temas al plan curricular escolar.
Pérdida de glaciares en Perú
Sostuvo que en los últimos 40
años, el Perú ha perdido 746 kilómetros cuadrados de área glaciar, lo equivale
al 42.52% de la masa glaciar del país.
"Los glaciares tropicales
ubicados en la cordillera de los Andes juegan un papel importante en la
comprensión del sistema climático mundial y sus cambios. Alrededor del 71% de
estos glaciares se encuentra en el Perú, donde el área glaciar se ha reducido
en 42.52% entre 1970 y 2010. A ello se suma que cerca del 14% (996 lagos) de
los 8,355 lagos de origen glaciar inventariados en el Perú se ha desarrollado
en los últimos 30 años debido a la fusión del hielo", comentó.
La coordinadora del proyecto
Glaciares ofreció estos alcances tras participar en un conversatorio sobre la
gestión de riesgo de desastres y oportunidades frente al retroceso glaciar en
el Perú. (ANDINA)
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