En el Perú sólo existían cuatro rutas pisqueras oficiales: Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. Pero hoy la situación es distinta: Lunahuaná es la quinta ruta pisquera del país.
Escribe Iván Reyna / Revista
Rumbos.
Cuna de parrales y curtidos
agricultores dedicados a la espiritualidad de la bebida bandera del Perú, el
emblemático distrito de Lunahuaná (provincia de Cañete), cuenta ya oficialmente
con una Ruta del Pisco, la primera de la región Lima. Una excelente noticia que
motivó a Rumbos a visitar las cinco bodegas que son de este circuito, aprobado
por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Recorrido pisquero por la
carretera Cañete-Yauyos. Primera parada en la bodega D’ La Cruz (kilómetro 33,
anexo San Jerónimo). Fundada en el 2002 por Johan De La Cruz Peña, su
producción anual es de 13.000 litros de pisco. Pero no hay que exagerar con los
brindis. El viaje debe continuar hasta el anexo Langla (kilómetro 35.5), donde
está la bodega El Sol, propiedad de Marco Martínez.
Fundada a principios del siglo
XX, su producción anual es de 8000 litros de pisco. La ruta no termina aquí. La
ruta avanza hasta el anexo Condoray (kilómetro 39.5), donde José Antonio
Espinoza Peña continúa con la tradición familiar en la bodega Santa María,
cuyos orígenes se remontan a 1929. Benedicto Peña, su abuelo, empezaría con la
producción de la noble bebida nacional.
En la actualidad, esta alcanza
los 50.000 litros por año. Hay que salir de Santa María para seguir aprendiendo
y degustando en la bodega De La Motta (kilómetro 40.5). Creada en el 2005 por
Sergio De la Mota, es la de menor antigüedad. Su volumen de producción bordea
los 20.000 litros.
La última cuenta de este
rosario pisquero es la bodega Viña Los Reyes (kilómetro 41), la decana de
Lunahuaná. Administrada por Isabel Gonzáles del Valle viuda de Alvarado, su
historia se inicia en 1896. Este legado centenario avala la calidad de los
15.000 litros que produjo en el 2014. El brindis final en una ruta en la que
queda en evidencia el esfuerzo y la inversión realizada por los propietarios
para mejorar su infraestructura.
Hoy las bodegas de este
distrito cañetano cuentan con viñedos propios, salas de cata, tecnologías de
punta, áreas de hospedaje y restaurantes. En este trabajo ha sido clave la
Oficina de Información al Turista de la Municipalidad de Lunahuaná, dirigida
por Luis Zapata Sánchez. A sólo dos horas y media al sureste de la capital, la
ruta está servida. Salud con todos.
En Rumbo
Más pisco: En las bodegas
Zapata, El Paraíso, La Parra, Lira, El Abuelo, El Paso, Villanueva, San Roque,
La Palma, San Pablo, Puro Jita, San José, Mi Rosedal, La Casona del Valle, El
Olimpo, Rivadeneyra, La Confianza, Don Reynaldo, El Encanto del Cura.
Remar: Las aguas del río
Cañete son perfectas para practicar el canotaje.
Cómo llegar: Por la
Panamericana Sur hasta Cañete. Desde este punto en transporte público hasta
Imperial. De aquí continúe en taxi o en combi.
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