Demesa espera a fines de
febrero tener lista su nueva planta en Chilca y expandirse al sur en Chincha,
Ica y Cañete.
Gracias a la reconquista de
algunos de sus clientes, sus precios competitivos y la calidad de sus
productos, Demesa ha logrado tener un crecimiento importante en ventas durante este último año. En esa
línea, Juan Manuel del Mar, su director general menciona que en el caso de su
portafolio de aguas, el avance –en volumen– fue del 33%.
“Si seguimos a ese ritmo, a
finales del próximo año podríamos recuperar el crecimiento que teníamos en el
2012, cuando la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) cerró
temporalmente nuestra planta”, proyecta.
Cabe recordar que hasta esa
fecha, Demesa tenía una facturación de S/14 millones y esperaban cerrar ese año
con S/16 millones. Las pérdidas llegaron a alrededor de los US$6 millones.
Y aunque la fórmula adoptada
le viene dando buenos resultados a la firma de aguas y hielos, el ejecutivo
sabe que sus apuestas tienen que ser mayores en un mercado tan dinámico como el
de bebidas.
Así, a fines de este mes y
después de invertir US$3,6 millones, esperan tener lista su nueva planta en
Chilca. Este proyecto no solo les permitirá aumentar su producción en los
portafolios que actualmente manejan, sino también incursionar en otras categorías
para el próximo verano.
Del Mar señala que están
interesados en té, isotónicas y jugos gasificados. Podrían arrancar con este
último. También con esta nueva planta reforzarán su presencia en aguas, sobre
todo en los formatos más chicos (650 ml a 2,5 l) gracias a la instalación de
una línea de fabricación. La idea es llegar a más bodegas con esta mayor
producción.
En el caso de hielos, Demesa
desea llegar con sus productos al sur de Lima, donde la demanda es alta.
Optarán por Chincha, Ica y Cañete. Y mientras que su producción se mudará de
Surquillo a Chilca, sus oficinas y almacenes se irán a un local de la familia
en Chorillos.
Con un verano auspicioso, la
compañía de los Del Mar espera continuar con
la buena racha este año y lograr un avance de 60% en hielo y 25% en
agua.
LA INOCUIDAD EN EL TAPETE
Casi cuatro años después del
cierre temporal de su fábrica por parte de Digesa, Demesa sigue cuestionando
esta decisión y los lineamientos de dicha entidad para asegurar la inocuidad de
las bebidas.
Juan Manuel del Mar, su
director general, sostiene que le llamó la atención que recientemente este
organismo comentara con relación al caso de agua Vida -del grupo Perú Cola– que
no cuenta con las herramientas necesarias para el análisis de los productos.
“No dijeron lo mismo cuando se
trató de nosotros. Ellos recogieron la muestra que contenía hongos no de
nuestras instalaciones ni de los supermercados, sino de uno de sus almacenes.
Sabemos de aguas de otras marcas en mal estado, cuyas empresas no han recibido
sanciones tan duras como las que nos dieron, pese a que tenemos todas las
certificaciones necesarias”, apunta. (Claudia Paan-El Comercio)
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