En los cementerios de Cañete
no solo se vivieron momentos de recuerdos y de reflexión, también hubo escenas
alegres. Hasta esos camposantos llegaron cientos de familias a visitar al padre
ausente en su día.
Entre las lápidas y los
mausoleos del cementerio de San Vicente, la familia Rojas Hinostroza una
tradición que empezó hace 4 años cuando falleció el señor Juan Rojas Rueda.
Allí, en medio de ramos de flores y diversas velas, sus integrantes celebraban
el Día del Padre con vinos de Lunahuaná. Y decían que lo harán, año tras año,
hasta que la muerte se lleve a todos.
A unos metros se escuchaba el
sonido de las cuerdas de una guitarra y un cajón. Allí estaban otras familias
quienes decidieron llevar la jarana al cementerio como señal de homenaje a su papá.
Una similar situación se vivió
en el cementerio de imperial. En ese lugar, muchas familias llevaron el
almuerzo y las cervezas para compartir ese tercer domingo de junio al lado del
padre fallecido. Antes sus integrantes rezaron y reflexionaron.
Cientos de familias también
llegaron al cementerio de Nuevo Imperial, San Luis, Cerro Azul, Quilmaná donde
También celebraron el Día del Padre.
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