Declarada recientemente como
plato bandera de la región Lima (a iniciativa del Consejero Regional de Cañete Vladimir Rojas), la sopa seca cañetana puede ser un peligro
para los paladares foráneos. Por esa razón recomendamos no comerla. Así evitará
que su paladar -y acaso también su corazón- se enamore de la sazón de esta
tierra bendita.
Las hermanas Solano Fernández
son especialistas preparando sopa seca cañetana. Foto: Ángel Chávez
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No es ninguna exageración,
pero si no quiere correr el riesgo de que su paladar se acostumbre a la buena
sazón de una provincia donde las pallas zapatean al ritmo del violín y el arpa,
lo mejor es que cierre la boca y se guarde las ganas de descubrir a qué sabe su
exquisita e inigualable gastronomía.
Si no logra contenerse y usted
se deja conquistar por los placeres culinarios en algunas de las playas o
quebradas de este lugar o en los caminos que conducen a la Reserva Paisajística
Nor Yauyos Cochas, habrá descubierto lo que es comer rico y sin refinamientos
ni etiquetas de restaurantes cinco tenedores.
La gastronomía cañetana sabe a
festejo de rompe y raja en los paladares. Foto: Ángel Chávez
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Después de esa experiencia, no
será complicado decirle ni hacerle entender que aquí existe un platillo que
quien escucha su nombre, saca pisco o cachina de donde sea, para armar un
jaranón criollo de padre y señor nuestro. Qué importa si es lunes o fin de
semana. Lo que vale es compartir con la familia y los amigos, la verdadera
esencia tradicional de cocinar una sopa seca cañetana.
Pero si las fiestas hasta que
cante el gallo o el beber un buen pisquito y cachina mientras se espera la hora
del bitute, no son actividades de su agrado y no le parece mala idea seguir
estresándose en la oficina, solo le diremos que se perderá las conversaciones
de las más fieles y ranqueadas cocineras, quienes revelan que la verdadera sopa
seca no tiene excesivos colorantes ni es tan seca como en otros lugares.
Es casi jugosa y en su punto.
Eso es lo que se atreverán a contar las hermanas Iris, Francisca y Andrea
Solano Fernández. Maestras de la cocina que en Plaza Restaurante, el templo de
la gastronomía tradicional de Cañete (Lima), siguiendo la herencia culinaria de
su padre, Chicha Solano, atesoran los saberes de cómo preparar una suculenta
sopa seca que se sirve como para músicos.
Luego de
degustar la sopa seca es buena idea beber un par de traguitos de pisco. Foto:
Ángel Chávez
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En Rumbo
Dónde: Plaza Restaurante,
jirón Dos de Mayo 420, Plaza de Armas de San Vicente de Cañete / T. 581 2528. (Luis
Pérez / Revista Rumbos)
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