El expresidente chileno Sebastián Piñera es
un hombre de negocios que vio en el Perú el país de las oportunidades. En
noviembre pasado se hicieron públicas sus inversiones en los sectores de pesca,
puertos y aeropuertos, con acciones en las compañías Exalmar y Andino
Investment Holding, respectivamente. Hoy sabemos que, además, ha incursionado
en el rubro energético. Piñera inyectó dinero –a través de fondos de inversión-
a las centrales eléctricas de Termochilca (Chilca) y Sulpay (Cañete).
Esta información se ha podido conocer luego
de que en Chile se revelara que Bancard International Inc., el fondo que Piñera
creó en marzo del 2010 para manejar sus inversiones personales mientras estaba
en el Palacio de la Moneda, aportó dinero a otra empresa administradora de
capitales: Larraín Vial. Este fondo es el propietario del 50,6% de las acciones
de Termochilca y Supay, dos empresas termoeléctricas que en los últimos tres
años han sido beneficiadas por el gobierno peruano.
El destape del vínculo de Piñera con el fondo
Larraín Vial se produjo el pasado 27 de febrero cuando el portal seb de radio
Bío Bío publicó que, mientras el empresario era jefe de Estado, el gobierno
chileno disolvió el proyecto energético Barrancones para entregar el terreno
donde este se iba a desarrollar a la minera Dominga, una empresa donde él había
hecho inversiones.
La noticia ha sido un escándalo en Chile, a
tal punto que un sector de la opinión pública está pidiendo que Piñera renuncie
a su candidatura presidencial y que el Ministerio Público chileno le abra
investigación de oficio. Piñera ha respondido con lo de siempre: que él creó su
fondo de inversiones bajo la modalidad de fideicomiso ciego. “Estoy desligado
de la administración de las empresas para dedicarme en cuerpo y alma a ser candidato.
Los problemas van a existir siempre porque hay mucha gente que no busca de
buena fe la verdad. Busca cualquier instrumento para atacar”, dijo Piñera a la
prensa de su país.
NEGOCIOS ENERGÉTICOS
La administradora de fondos Larraín Vial
tiene presencia en nuestro país desde el 2011 y, según su memoria anual, el 65%
del dinero que administra en el Perú proviene de inversionistas chilenos. Uno
de ellos es Sebastián Piñera.
De las numerosas inversiones que Larraín Vial
ha hecho en nuestro país dos comprenden el estratégico sector energético. La
primera inversión en este rubro es Termochilca S.A., compañía que tiene una
planta generadora de electricidad a base de gas que entró en operaciones a
fines del 2013 y cuya inversión ascendió a 127 millones de dólares.
Larraín Vial pudo poner en marcha la central
de Termochilca gracias a que el Ministerio de Energía y Minas, entonces a cargo
de Jorge Merino Tafur, le aprobó en el 2013 una ración de 22 millones de pies
cúbicos al día del gas de Camisea para producir una potencia de 201 megavatios
(MW). La resolución ministerial que dio la autorización para proveer el gas
nunca fue publicada en el diario oficial “El Peruano”, lo cual en su momento
causó malestar en el gremio energético del país. Actualmente Termochilca está
en un proceso de ampliación para elevar la potencia a 296 MW para el 2018.
Sulpay Energía S.A., la otra empresa
energética donde Piñera ha inyectado dinero vía Larraín Vial, fue creada en el
2014 luego de que el Estado peruano le asignara una partida de 54 millones de
pies cúbicos diarios del Lote 88. Con una inversión proyectada en 600 millones
de dólares, la termoeléctrica Sulpay se encuentra actualmente en construcción y
está situada en un terreno de 33 hectáreas que pertenece a la empresa Perú LNG.
El lote se halla en Pampa Melchorita (Cañete).
Como se sabe, Perú LNG es la empresa
encargada de la exportación del gas de Camisea por lo que desde Melchorita
salen los barcos rumbo a México, Estados Unidos y Asia. Carlos del Solar
Simpson, uno de los mejores amigos del presidente Pedro Pablo Kuczynski, es uno
de los máximos ejecutivos de Perú LNG. Del Solar es también un viejo conocido
de Piñera pues es, a su vez, el vicepresidente de Andino Investmente Holding,
la empresa donde el expresidente chileno tiene participación.
El chileno Juan Fernández Dávila, por su
parte, es el presidente tanto de Termochilca como de Sulpay y es conocido en el
mundo empresarial por ser un claro opositor a la construcción del Gasoducto del
Sur. Así lo ha manifestado en entrevistas que ha concedido al diario “Gestión”.
(Eloy Marchán - Hildebrandt en sus Trece)