EL NEGOCIADO DE TIERRAS EN LA
COMUNIDAD CAMPESINA DE ASIA Y UNA HISTORIA SIN FIN.
Bajo el
“boom”. El patrimonio de una comunidad sigue siendo enajenado desde hace 18
años por dirigentes corruptos ilegítimos con la complicidad de inversionistas
inescrupulosos, un sistema de registro predial y notarial vulnerable y bajo la
ley del más fuerte y poderoso.
Escribe Edmundo
Cruz y Elizabeth Prado.
"Fuimos
campistas de Asia durante 35 años. Hasta que ya no quedó lugar en la playa para
acampar y decidimos no quedarnos afuera. Le pedimos a un comunero amigo que nos
vendiera un lotecito. Ahí comenzó nuestra tortura", nos cuenta un
matrimonio comprometido hasta hoy en un proceso judicial interminable.
"Detrás
de ese lote encontramos una comunidad revuelta. Los terrenos se vendían una y
dos veces sin conocimiento del propio comunero. A nosotros nos tocó el año
2007, pero la historia de este tipo de ventas y sobreventas de tierras había
empezado mucho antes", relata la pareja-testigo.
Lea también:
“¿Qué iba hacer? Ellos me apuntaron con la pistola y yo estaba con mi familia”
Asia es hoy
el balneario en boga al sur de Lima. Del
kilómetro 91 al 117 de la Panamericana Sur, que le corresponden, luce saturado
de atractivas ofertas de casas de playa y campo.
¿CUÁNTO
QUEDA?
En 1978, la
Comunidad Campesina de Asia poseía 28,302 hectáreas (ha) y 9,800 m2, según registro
oficial. Ahora no se conoce lo que queda, tras el negociado de predios
comunales desencadenado por la Ley de tierras (Fujimori, 1995).
Quizá el
actual presidente de la Comunidad, Fernando García Huasasquiche, sea el único
que lo sepa. Lleva 12 años en el cargo. Tomó la batuta de la entidad comunera
en julio del 2002 y no la suelta hasta hoy. Sólo reporta un intervalo de dos años (2009-2010). Y,
según indican los Registros Públicos de la provincia de Cañete, es el mayor
vendedor de lotes comunales que ha tenido Asia.
GRANDES
VENTAS
Pero el
presidente que inauguró la compra-venta de grandes lotes fue Fidel Gilbert
Chumpitaz Villalobos, mentor de la primera afamada transferencia de 10 ha de la
Playa Las Gaviotas al cantautor Raúl Romero en febrero de 1996.
El conductor
de TV las compró para revenderlas 10 meses más tarde a cinco veces su precio de
compra, y Fidel Chumpitaz las negoció sin previo acuerdo de asamblea. El hecho
lo reveló el mismo Romero al acercarse al Municipio de Asia a formalizar la
declaración jurada de autovalúo. Por esa venta, la comunidad no recibió un solo
dólar, ha denunciado el alcalde de Asia. La población reaccionó pero fue
desalojada violentamente por la policía. El comunero Santiago Chumpitaz perdió
la vida.
Concluida su
gestión, Fidel Chumpitaz siguió en las mismas. En el Juzgado Mixto de Mala se
ventilan hoy dos transacciones montadas cuando ya no era presidente. Chumpitaz
fue tres veces alcalde de Asia por el Partido Aprista y secretario general de
la juventud de ese partido en su región.
Después de la
venta a Romero, los comuneros lo desconocieron y nombraron presidente a José
Arias Chumpitaz en marzo de 1996. Con el objetivo de evitar más ventas
irregulares de terrenos, ejecutó dos repartos de lotes de 600 m2 para viviendas
familiares, en Palma Baja y en Sarampampa.
Arias fue
promovido a alcalde distrital en octubre de 1998 y le sucedió Walter Quispe
Castillo (1999-2001), dirigente que no desarrolló la iniciativa social de su
predecesor.
A mediados
del 2002, asumió la presidencia García Huasasquiche y emprendió la
tergiversación de la Ley de tierras y la Ley de Comunidades Campesinas en
perjuicio de los comuneros.
José Arias,
hoy día alcalde del distrito, ha calculado en más de 5 mil ha la superficie de
tierras negociada por García Huasasquiche a lo largo de su gestión, aunque
puede haberse quedado corto. En mayo del 2013, el propio García habló de
"15,000 ha no posesionadas"
(Revista Caretas).
Aparte de las
ventas, García también concesionó vastas extensiones de terreno para granjas.
Este es el caso de Avícola San Fernando S.A., que dispone de 2,127.4 ha por un
período de 30 años.
PODER
INVISIBLE
Al inicio de
la gestión de García Huasasquiche, un serio problema enfrentaban los 480
comuneros beneficiarios de Palma Baja y 700 de Sarampampa, a quienes José Arias
había convertido en posesionarios de lotes de 600 m2.
No podían
inscribir sus lotes en la SUNARP porque no se contaba con un proyecto de
Habilitación Urbana –requisito indispensable–, menos aún podían solventar
individualmente el trámite registral. Por tanto, sus lotes seguían figurando en
Registros Públicos como propiedad de la Comunidad Campesina de Asia.
SATÉLITE-TENERIFE
El olfato de
García Huasasquiche captó esa precariedad y el 25 de junio del 2004 independizó
las 50 ha de las que eran posesionarios 480 comuneros en Palma Baja y las
transfirió a Inversiones y Corredores Satélite SAC., razón social constituida
una semana antes y que todo indica que fue creada específicamente para esa
transacción.
El arreglo se
pactó por 400 mil dólares. Inversiones Satélite desembolsó 10 mil en el acto y
el saldo de 390 mil lo dejó pendiente. Sabía que compraba tierras con dueño y
no iba a soltar un dólar más hasta que García no inscribiera su poder.
El poder no
mencionaba en absoluto la posibilidad de una compra venta de un terreno de 50
ha ubicado en Palma Baja. Y de acuerdo a ley, esa facultad debía constar en el
mandato, en forma indubitable y por escritura pública.
De ahí que el
Registrador Público de Cañete formulara sendas observaciones a la inscripción
del poder el 7 de junio y el 12 y 23 de julio de ese año. El Registro Predial
de Cañete y la Oficina de Catastros del
Ministerio de Agricultura señalaron a su vez la existencia de superposición de
áreas y duplicidad de partidas registrales. Pese a estos cuestionamientos
técnicos, el 18 de setiembre, dos meses después de iniciado el segundo gobierno
de Alan García Pérez, fue inscrito en Registros Públicos de Cañete el título
4266-2006 que formalizó la cuestionada independización y compra venta de las 50
ha de Palma Baja a favor de Inversiones Satélite.
Dos semanas
después, los promotores de la operación cerraron el círculo. El 11 de octubre,
Satélite transfirió sus derechos sobre las 50 ha de Palma Baja a la empresa
Inversiones Tenerife SAC., en busca del tercero registral de buena fe. La buena
fe supone que éste no conoce de transferencias anteriores sobre el mismo bien.
No es éste el caso, porque Satélite y Tenerife muestran claros vínculos
patrimoniales que tornan difícil ese desconocimiento.
LOS SÁNCHEZ
PAREDES
Mientras
tanto en Asia habían incursionado los Sánchez Paredes, cuentan comuneros del
lugar a quienes éstos acudieron en demanda de tierras. Pagaron entre 8 mil y 10
mil dólares por lote y se hicieron de 13 ha en Palma Baja.
Así estaban
las cosas cuando en una madrugada de fines de febrero del2007 Tenerife tomó
posesión de las 50 ha y las cercó con malla. Los campesinos salieron a defender
los lotes que les habían adjudicado en 1998, y arrancaron el cerco. Pero a
media mañana fueron desalojados brutalmente por alrededor de 300 policías
movilizados desde Lima.
La Comunidad
se reunió de emergencia, formó un comité de defensa y decidió ir a juicio. Los
Sánchez Paredes también sintieron la pegada. Sus 13 ha estaban comprendidas en
las 50 que ahora eran de Tenerife. Se aliaron a los comuneros y les ofrecieron
ayuda logística para recuperar las tierras. Inclusive pusieron un grupo de 80
personas armadas.
Hasta que el
1° y 2 de marzo se produjo un desalojo definitivo. Un contingente de más de
medio millar de policías (director de la VII Región Policial de Lima era el
general Octavio Salazar) expulsó a sangre y fuego a los comuneros, incluida la
gente de los Sánchez Paredes. En adelante, estos últimos prefirieron transar
con Tenerife.
El 10 de mayo
del 2007, Jorge Cornejo Zavaleta, de Inversiones Tenerife SAC, vendió a Miguel
Ángel Sánchez Alayo, de Compañía Minera San Simón, las mismas 13 ha de Palma
Baja que los Sánchez Paredes habían comprado a los comuneros. Tenerife se quedó
con 37 ha.
Esta vez
pagaron 117 mil dólares, o sea 90 centavos de dólar por m2. Dos años después,
Inversiones Tenerife cotizó a 25 dólares el m2 para obtener del Banco
Continental un crédito hipotecario de 5 millones de dólares.
FUNDO
"VERSALLES"
Desde marzo
del 2007, García Huasasquiche manejaba un poder notarial refrendado por
Registros Públicos con facultades para
que él como presidente y su tesorero Esteban Luis Campos Quispe dispusieran en
forma absoluta de los bienes de la Comunidad de Asia. Literalmente fueron
autorizados a vender, adjudicar, donar, gravar y disponer como personas naturales
del patrimonio comunero.
Tres meses
después, el 17 de junio de ese año, García Huasasquiche, en uso de tal poder,
vendió el fundo "Versalles", de 50 ha de extensión, a Alexander
Landázuri Wurst, por la suma de 32 mil soles. Y al año siguiente, el 17 de
octubre del 2008, este joven economista lo transfirió a Yari Valencia Freitas
por igual precio.
El 17 de mayo
del 2012, Valencia Freitas, esposa del ex parlamentario aprista César Zumaeta,
revendió el fundo a la inmobiliaria Los Portales a 13 millones de soles.
José Napán
Villalobos, electo presidente comunero de Asia en diciembre del 2008, fue
defenestrado por García Huasasquiche en el momento que decidió anular el poder
ilimitado que seguía ejerciendo el ex presidente. El fraude fue tan evidente
que la Oficina de SUNARP Cañete se negó a inscribir al nuevo presidente Jorge
Luis Avalos Yaya impuesto por García. Pero desde Lima, el Tribunal Registral
Nacional, sin mayor fundamento, ordenó la inscripción de Avalos Yaya.
En cambio la
Corte Superior de Justicia de Cañete ha condenado a García Huasasquiche y a
Avalos Yaya a 3 años de prisión suspendida por delito contra la fe pública en
agravio de la Comunidad de Asia, SUNARP y José Napán. Pero García Huasasquiche
sigue actuando.
"Mientras una sentencia judicial no anule específicamente ese poder, el señor García Huasasquiche puede seguir haciendo uso de él e inscribiendo las ventas de su representada", declaró la semana pasada a La República la economista Janet Yulisa Gómez Nunura, jefa de Registros Públicos de Cañete.
El 12 de
febrero último, 88 títulos pendientes de inscripción tramitados por García
Huasasquiche esperaban inscripción en esa oficina.
Comentarios