Por Vladimir Alexander Rojas
Hinostroza
La posibilidad remota que
María Montoya sea defenestrada del sillón edil que ostenta, va llegando a su
etapa final, y en cuestión de horas conoceremos si deberá plantear una
reconsideración o no, ante lo que resuelva el JNE.
Mientras ocurría ello, se
llegó a conocer que dicho ente electoral había adoptado dos criterios que nacen
de una interpretación a la Ley de Municipalidades: i) Si un alcalde pacta sobre
bonificaciones y percibe el beneficio, es vacado; pero ii) si devuelve lo
recibido, no es vacado.
En buen romance, según el JNE
lo que buscó es decirle al país que ningún alcalde puede cobrar bonificaciones.
Lamentablemente, dicha prohibición ya alcanzó a todos los trabajadores, y mis
paisanos no han dicho ni pío (VER: http://actualidadcanetana.blogspot.com/2013/02/prohibicion-total-al-incremento-de.html).
Del mismo modo, mientras
caminaba la vacancia, ni los regidores dijeron nada sobre el pacto de
bonificación, sólo absolvieron el pedido de vacancia. Ni tampoco dicen nada, de
las denuncias publicitadas por su par José Caico. Qué más da, ellos seguían en
recreo, mientras su chalán colega festinaba la vacancia en el refectorio
“Paisa”.
Asimismo, tras los pasos de la
vacancia, los del “colectivo antialvarado” fustigaban al Ministerio Público
para que acelere su labor, y por apresurarlos tuvieron como resultado una
“tosca” acusación, que dilata más el tiempo para que se resuelva el Proceso de
Telefónica.
Seguidamente, al negocio de la
vacancia, Lita Román reconocía que llegó a vicepresidenta sin pensar recibir
“un sol” luego que le redujeran la remuneración, y como acto de magia algunos
se adhieren a su “causa salarial”, dejando de lado que gracias a su
“certificado laboral” el GRL acaba de perder un proceso judicial, sin que
cierto “abogadillo” o “empírico” se apersone como protector del Estado. Así es
la política, para algunos.
Gracias al juego de la
“vacancia”, pasan los meses y pocos hablan del por qué no funciona la
Universidad de Cañete, si la de Barranca nació después y ya tiene licencia; no
se definen los límites con Chincha, pero lo que haga Elías llama nuestra
atención.
Pese al proceso de “vacancia”
la gestión de Montoya Conde ha continuado engendrando errores, como en la
Gestión Regional de Alvarado: Falta promover, invertir y cumplir la palabra.
Si el JNE demora un día o más
en publicar su resolución, señalan algunos “ahí hay amarre”; y es que cuando
alguien siente que el negocio se va de las manos, todos son corruptos,
criminales, ladronas, vendepatrias, etc.; cómo si fuera el único ente dónde los
procesos demoran: ¿idiota, te olvidaste que estás en el Perú?
Si alguien pensó que vacando a
Montoya, Cañete progresaba, está equivocado; como también está errado quién
cree que la alcaldesa es la solución a todos los problemas.
Recordemos algo, que parece
hemos olvidado: El JNE sólo nos dirá si María Montoya se va o no; el JNE no nos
va a decir, cómo mejorar nuestra provincia, ni cómo se debe luchar contra la
corrupción.
El “Paisa” me espera; y desde
la clandestinidad, radio “Unión” también.
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