(VIDEO) Totalmente enmallada con una pesada red de pesca de altamar, asegurada con soguillas, imposible de zafarse, varó en la víspera del lunes una ballena jorobada, que al parecer se les habría caído de las embarcaciones o se habría fugado con toda la red de sus depredadores.
La ballena,
adulta, de unos 8 metros de largo, de por lo menos 5 toneladas de peso, cuya
muerte es evidente, varó en la salida de los roquedales de Pasamayito, como
quien se va a la playa Sarapampa, a la altura del kilómetro 107 de la
Panamericana Sur.
Si bien, los
varamientos no son nada nuevo. Existen registros desde el año 3000 a. C. En
esos tiempos, las ballenas, por ejemplo, varaban por razones naturales, morían
por enfermedad o desorientación. Así, ballenas enfermas o que sufren ataques de
otros animales marinos, pierden sus fuerzas y terminan en las costas.
Otra razón,
es que la ballena se choque fuerte contra algún roquedal y afecte su excelente
sentido de orientación, lo que le lleva a un destino incorrecto.
Los biólogos
marinos han detectado que actualmente las ballenas se exponen a otros peligros
que conducen a las playas. Es que las ballenas usan la ecolocación para fijar
su rumbo.
Cuando los
barcos usan sonares arruinan el proceso de ecolocación, por lo que las ballenas
se ven desorientadas y, pensando que van en la dirección correcta, terminan en
un banco de arena.
La
contaminación del agua también tendría algún nivel de culpa en este problema, ya
que los ácidos y químicos presentes en los océanos las intoxican, enferman e
incluso matan. Otra teoría habla de que los cambios en el campo magnético de la
Tierra estarían desorientando a las ballenas, lo mismo con el calentamiento
global, que las obliga a relocalizarse en busca de alimentos, proceso en que
pueden perderse.
Y lo
encontrado hoy en la playa de Asia es una nueva razón, que para nadie es un
secreto que existen los cazadores de ballenas en altamar, furtivos, ilegales,
depredadores, que por desgracia siempre son los inescrupulosos, muchas veces
protegidos por gobiernos.
Hay que tener en cuenta, que al encontrarse un
cetáceo varado en la playa es porque al morir fue expulsado por la corriente.
Según los entendidos, es necesario retirarlo de la playa y enterrarlo, ya que
el cuerpo tarda unos dos meses en descomponerse acumulando gas en su interior,
pudiendo incluso explotar el mismo cuerpo. Se requiere la oportuna intervención
de las autoridades de Asia, el reporte de las instituciones conservacionistas
de estas especies. (Dalmir Arias)
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