La administración de las beneficencias públicas se transferirá a los gobiernos regionales, para que se encarguen, entre otras cosas, del uso de las propiedades que pertenecen a esas instituciones, anunció la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso. “Las beneficencias son importantes por la protección que dan a ancianos, niños y discapacitados; pero también por las propiedades que poseen, cuya administración puede influir directamente en el desarrollo regional y urbano del lugar donde se encuentran.”
Señaló que hasta que se materialice la transferencia de la administración, en su gestión se evalúa minuciosamente el desempeño de los funcionarios a cargo de las beneficencias, tarea que permitió detectar ciertos casos irregulares que han merecido, incluso, la separación del cargo de servidores presuntamente involucrados.
“Esta evaluación forma parte de un proceso de examen que hace el Mimdes de la situación de las distintas beneficencias, porque es fundamental que cada una maneje de manera transparente las propiedades que administra y que lo haga generando la mayor rentabilidad posible, porque los ingresos que se obtengan sirven para financiar los hogares y albergues”, indicó
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