Sumándose al proceso de reconstrucción de la zona del sur del país, la Fundación Integración Comunitaria (FIC) entregó 116 casas construidas a igual número de familias de Chincha y Cañete, que resultaron damnificadas por el terremoto del 2007, como parte de un ambicioso plan de mil 84 unidades de vivienda.Este proyecto, cuya inversión total supera los 8 millones de dólares, se ejecuta gracias a la iniciativa conjunta entre el sector privado -representado por la FIC- y el Estado Peruano, a través de los programas Techo Propio-Sitio Propio, Bono Familiar Habitacional (BFH) y el denominado Bono 6000.
La Fundación Integración Comunitaria, vinculada al Consorcio Minero S.A. -CORMIN- del Grupo Trafigura Beheer, cumple de esta manera con el compromiso asumido con el Gobierno para impulsar un programa de reconstrucción, que comprende la edificación de 14 proyectos de vivienda en los poblados más pobres de las provincias de Chincha y Cañete, donde se encuentra la mayor urgencia de ayuda.
El primer programa de entrega se cumplió en el distrito de Pueblo Nuevo (Chincha), en donde 28 familias recibieron sus casas, mientras que el segundo en el distrito de San Luis de Cañete, en donde se inauguraron 88 nuevas viviendas.
Entre tanto, se ejecutan los expedientes técnicos y los trámites respectivos, para continuar beneficiando a damnificados de otras localidades como: Imperial, Mala, Hualcará, San Isidro Chico, Barranquito, Grocio Prado, Chincha Alta, Chincha Baja y Sunampe.
Esta ayuda esta siendo financiada con los bonos otorgados por el Gobierno para la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto y completadas por una donación del grupo empresarial, mediante la Fundación Integración Comunitaria, aporte que a la fecha supera hasta el momento el millón de dólares.
Los 14 programas en desarrollo están distribuidos en dos modalidades: Construcción en Sitio Propio (CSP), con viviendas de 40 mt2 de área techada, y Vivienda Nueva, que comprende la habilitación urbana y construcción de la casa.
Además, de las 116 viviendas inauguradas en los dos proyectos concluidos, la FIC ha construido otras 38 casas para trabajadores del grupo empresarial, también damnificados por el sismo, adicionalmente, ha impulsado la reconstrucción del colegio del distrito de Hualcará.
Las edificaciones se realizan a través de entidades técnicas y promotores que convocan a los proyectos, tanto en la modalidad Construcción en Sitio Propio como en Adquisición de Vivienda Nueva. La FIC, incluso, asume el riesgo financiero en el caso de las entidades técnicas, ayudándolas a obtener cartas-fianza requeridas por el Fondo Mivivienda para el desembolso de los bonos.
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Comentarios
Más de medio millar de pequeñas y microempresas que hemos apostado por este importante Programa Social estamos paralizadas en diversas etapas del proceso: elegibilidad, asignación de bono y desembolsos; lo que nos acarrea conflictos financieros.
El Ministerio debe pronunciarse con respecto a los subsidios que se han quedado en el aire, puesto no sólo perjudica directamente a las empresas, sino también al circuito productivo y al consumidor final que son las familias de escasos recursos que esperan ilusionadas el lugar que los acobijará.
Es urgente que se extienda un presupuesto adicional para cubrir la demanda existente de los expedientes ingresados y con registro de proyecto que han sido excluidos, los cuales entre solo las regiones de la Libertad y Lambayeque bordean los 2000 para asignación del Bono; como también el reinicio de las actividades de Registro de Proyectos.
El estado debe asegurar los desembolsos de todos los Bonos tramitados a través de un transparente cronograma de pago para evitar los favoritismos entre aquellos conocidos empresarios que tienen afinidad política con el régimen.
También cabe resaltar que existen nuevas Entidades Técnicas, que estuvieron promocionando las bondades del Programa Sitio Propio con sus recursos económicos para ser parte de esta cadena socio-productiva y se han quedado en el partidor, sin lograr inscribir a muchas familias; por lo que es necesario hacer un inventario o censo social de aquellos que ya estuvieron encaminados en el programa.
Se hace un gran llamado a los representantes del Ministerio y del Fondo Mi Vivienda para cumplir le meta esperada y no jugar con las expectativas de las familias que esperan una vivienda digna y segura; puesto que el país ya no necesita más conflictos sociales sino esperanza para su desarrollo.