Uno puede ponerse rojo, de súbito, por vergüenza, sobre todo de niño, o por arrechura, digo, excitación sexual. Ponerse rojo por vergüenza de viejo es más peligroso en todo sentido.Uno puede ponerse pálido antes de desvanecerse, ante alguna noticia funesta. No sé si habré cambiado de color en estos días, pero les confieso que he sentido cierta pena, más que vergüenza, por no poder responder de oinmediato a los correos de los amigos que me escriben a este blog. Lo haré luego del lunes, hasta entonces tengo un ritmo de trabajo bravazo. Pero entre tanto les adelanto mi agradecimiento muy sentido por sus saludos. Ahora son la 1:15 a.m. y estoy viviendo mi 60 cumpleaños, he estado trabajando más de la cuenta, pero las cosas están saliendo bien, en medio de altibajos, van saliendo adelante y, como dice un pensamiento budista, si las cosas ocurren, es que convienen. Maravilloso. Me lo dijeron María Laura y Jorge Bruce y me lo creo a pie juntillas. Otro día se los cuento, Ahora vayamos a la…
TERCERA LLAMADA. Hoy, 27 de noviembre, a las 8:30 p.m. (mejor si llegan antes), en la Feria del Libro “Ricardo Palma”, situada en el vértice del Museo de la Nación (así le llaman, suena un poco raro, es la manzana previa al Museo, si es que van en dirección oeste-este, vale decir del mar hacia los cerros… En la Feria, digo, se presenta el libro “EL CUY. Todas sus aventuras”, a cargo de Rafo León y Fernando de Szyszlo.
Se regalarán libros… No, mentira, eso es para jalar gente nomás. El editor, sin embargo, pone el libro a precio de Feria. Aproveche, ahorre, ¡llame ahora!
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