hace mucho tiempo lo había advertido, a los diversos males que aquejan el distrito de Mala, ahora se suma éste devastador incendio que pudo terminar en una desgracia mayor, una chatarrera ubicada en la Urb. Artadi – Castillo sin las más mínimas medidas de seguridad, a escasos metros del mercado ” San Pedro”, “Virgen de las Mercedes” y Urb. “San Martín” y alrededores fue escenario del terror; sucedió aproximadamente a las 19.30 horas (27/05/10) en circunstancias que aún son materia de investigación para determinar responsabilidades, lo cierto es que incluso valientes vecinos tuvieron que arriesgar su vida y retirar un balón de gas entre otros enseres, fue muy poco lo que se salvó (las imágenes son elocuentes); exigimos un mayor control y fiscalización de la actual administración edilicia, que poco o nada hace por la prevención en defensa civil.
La Compañía de Bomberos San Pedro de Mala No 111 fue reconocido oficialmente el 9 de octubre de 1996, esfuerzo que costó 4 años a la Comisión Pro-Formación de la Cía de Bomberos San Pedro de Mala para el logro del objetivo, la misión era sofocar algún incendio o controlar siniestros a los que siempre está expuesta la población, se inició con 25 efectivos valerosos para entregar sus vidas si era posible, entusiasmo que olvidaron todas las administraciones ediles de turno, sin excepción, faltaron al deber de ayudarlos en logística, infraestructura, pero esencialmente en lo humano, cabe preguntar ¿Cuándo fue la última vez que alguna administración municipal se acordó de los bomberos de Mala o por lo menos le fueron a darle una voz de aliento?.
La respuesta es simple, nunca, lo poco con lo que se sostienen son paliativos brindados por alguna institución privada o algún ciudadano de buen corazón.
En esta oportunidad, cierto es que demoraron algo más de 30 minutos para llegar, no había liquido elemento a esa hora en Mala, si no fuera por los vecinos que asumieron una gran responsabilidad cívica y de empatía por cuidar la vida especialmente y que a brazo extendido echaban tierra, quienes nos salvarían de una catástrofe mayor, actuaron como si la casa de material rústico fuera de cada uno de ellos, sino otra historia negra como la noche, con perdidas de vidas humanas, le estaría comentando; finalmente nos cabe reflexionar sobre la importancia del servicio bomberil, si hoy no los ayudamos, no nos quejemos de su ausencia, que harán con sus mangueras rotas, su falta de uniforme especial, o combustible para uso de sus vehículos; recordemos también que el bombero no es remunerado, en buen cristiano es un servicio voluntario a la patria, no despreciemos la gran oportunidad de tenerlos, quizá el próximo en necesitarlo sea alguno de nosotros y comprendamos verdaderamente de su gran importancia.
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