Redacción.- Dicen que en el amor y en la guerra vale todo, pero en política hay que saber disimularlo, aunque no podemos pedir muchos a algunos políticos locales. Por más que señalan muchos candidatos, y no sólo Rufina Lévano, que no basarán sus candidaturas en objeciones, ojerizas o nombres de algunos candidatos; muchos caen en ese error mediático, por que ellos saben que colgarse de alguno o alguna trae rédito. Algunos inclusive, lo han negado en cierto momento, pero a estas alturas todo vale.Pero como dicen nuestro amigos del blog Primera Línea, efectivamente quien se lleva la corona es la candidata de La Familia en Cañete, por que a Javier Alvarado NO LO SUELTA Y SIEMPRE LO TIENE PRESENTE. Parece espeluznante, para algunos, y causa gracia a otros, pero señalar que solo una persona es responsable de la delincuencia que se vive en Cañete, es caer en una demagogia en extremo y en afirmar algo que no se conoce, pero suena simpático ver que Rufina Lévano para todos sus comentarios lo tenga presente.
Lo que si en honor a la verdad, es falso que haya afirmado que en estos años nunca se convocó a las demás autoridades a reuniones de coordinación para analizar y aplicar estrategias contra la creciente delincuencia en la provincia. ESO ES FALSO, y hasta sus propios periodistas rufichuistas se lo podrían decir.
Esperemos que los demás candidatos nos presenten propuestas claras sobre el trabajo que pueden hacer en seguridad ciudadana, por no basta con vivir la realidad en la provincia, hay muchos aspectos importantes que deben nacer de la concertación, y no de la pasión histriónica por algún candidato en particular.
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