Hacia el sur se encuentra el pueblo de Lunahuaná, una referencia para el turismo de aventura. Allí se practica rafting en el río cañete, un río con más de 200 kilómetros de amplitud, con rápidos de nivel II, III, y IV. En la ciudad se celebra un clásico campeonato de parapente, trekking, vuelo libre, y ciclismo de montaña. Como si fuera poco, en esta meca del deporte aventura también se realiza pesca con cordel y atarraya.La escalada en roca es muy practicada en Lima, tanto en paredes naturales ubicadas en la misma ciudad, o en escuelas como lo es Canchacalla, un complejo tradicional y sofisticado, a casi una hora del centro de Lima.
Para los amantes del trekking, existen todo tipo de opciones. Quienes deseen un ámbito más relajado, con menores dificultades, se sugiere la costa verde en Miraflores, unos bonitos caminos con vista al mar y calles de piedra.
Para el turista en busca de pruebas más duras existen dos opciones; en primer lugar los valles y cerros de Lima, que nos depositan en lugares alucinantes como las cataratas de Palakala, o la reserva natural de las lomas de Lachay. Como segunda opción, y mayor desafio, tendremos los antiguos caminos Incas, en rutas como las de Marcahuasi o Rupac.
Por último, es recomendable la excursión de una cabalgata por el valle, para desembocar en las playas de Lurín.