La artista Alicia Salinas se encuentra exponiendo pinturas al óleo que muestran la naturaleza en distintos parajes del mundo; también, una muestra del arte japonés del sumi-e.
Los óleos de “Sinfonía de paisajes” transitan entre Noruega y Perú. Por el lado peruano, se encuentra El Olivar de San Isidro, el delfín rosado del Amazonas, algunos paisajes de la serranía peruana, entre ellas Yauyos.
Por el lado noruego, la montaña Kyrkjefjellet, la antigua cañada de Sunnmorsalpene o las montañas de Bleik, entre otros paisajes. En la práctica del sumi-e, los bambús y las orquídeas son los preferidos de Salinas.
Como la autora lo dice, ha tratado de plasmar en el lienzo y en el papel de arroz “mi sentimiento y mi acercamiento a la naturaleza. Hay en ellos, para alguien que no es profesional en el sugestivo trajín del arte, el reflejo de una mirada fascinada a montañas de Noruega, a veces coronada con canas níveas o exhibiendo una sábana en colores.
O cuando, en Japón, ante el bambú, la magia natural de los cerezos en flor, la caída otoñal de las hojas o el amanecer del monte Fuji, ofrecen estampas deslumbradoras.
O, en esta hermosa tierra peruana, con sus tres regiones obsequiadas de cautivadores parajes, valles, cordilleras, ríos y verde exuberantes”.
La muestra se ve en la galería de arte Ryoichi Jinnai del Centro Cultural Peruano Japonés: Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María, hasta el primero de abril.