Dr. Alberto Tuesta Zuta
Ex Presidente de la Corte Superior de Huaura
Pensando en los que gustan de la lectura aún cuando no siempre les guste el contenido de lo que leen, después de los arrebatos y las contradicciones entre los que solamente saben leer y los que también están preparados para interpretar lo que leen, rompo el silencio de la tregua, pero no sé si causaré impactos de alegría o enervaré pasiones, no sé si causaré amargura en algunos, no sé si causaré alegría en otros, pero después de un corto silencio, pensando que aún no ha terminado el tema de la SEDE, hasta hace poco, materia de disgustos y discursos, amarrando mis pasiones propias, vuelvo a la brega y ahora nuevamente escribo.
Respondiendo al proceso de descentralización del poder, ciudadanos como nosotros, haciendo uso de la voluntad política, premunido de las facultades que da el poder, en el ejercicio de un juego democrático, han dado a los hombres y mujeres libres del Perú, la oportunidad de organizar, implementar y ejecutar una nueva forma de gobierno desde el espacio institucional que corresponde a cada una de las regiones, para buscar más allá del centralismo la posibilidad de nuestro propio autogobierno, eligiendo autoridades en la medida de nuestra prerrogativa ciudadana.
Desprendida idea, interesante acción de la política, pero asumiendo mi responsabilidad, con entereza de hidalgo, dudo que todos estén preparados para asumir el reto de descentralización, que en tantos años de inercia y decisión perdida se ha violado la ilusión de los pobres, olvidándonos que todos tenemos obligaciones con nuestro destino.
Artículo 32 de la ley 27783, que en tu parte pertinente a la letra dices: “En el caso del departamento de Lima, la sede del gobierno regional ES la capital de la provincia de mayor población”, cuantas pasiones enciendes y cuantas emociones enardeces, con tu texto para algunos simple o para otros oscuro, hecho a la medida de quienes por suerte nos legislan.
Sintiendo que soy un obrero militante del análisis y de la hermenéutica, distante de los eruditos, los probos y los cultos de acá y de más allá, apoyándome en el lúcido pensamiento del inmortal Aristóteles, para entender mejor lo que ese texto manda, recurro a la definición de la entelequia como principio de muchas cosas, pero que sin embargo, para algunos es irreal; el filósofo decía que la entelequia es el “fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona”; y si la Real Academia concordantemente dice que “la entelequia es la cosa que lleva en sí el principio de su acción y tiende por sí misma a su fin propio”; entonces, apoyado en la tenacidad de mis convicciones, debo decir que la Sede es la entelequia de la descentralización del poder hacia las provincias que conforman la Región; en consecuencia, la sede impulsa la descentralización para el logro de sus fines de progreso y desarrollo; por lo tanto, desde esa perspectiva, Huacho con las fortalezas y bondades que también tiene su hermano San Vicente de Cañete, entre otras cosas, por ubicación resulta privilegiado.
Con motivo de la controversia judicial en vía de acciones de garantía, mucho se ha dicho de los principios de “auto aplicabilidad de la norma” y de la “teoría de los hechos cumplidos”; sin embargo, sabiendo y entendiendo que el Tribunal Constitucional, solamente ha conocido de un proceso y no ha visto el fondo del asunto, resulta hartamente necesario desacelerar el sosiego, para decir lo que eventualmente el Congreso deberá decir en su momento.
Solamente, leyendo la letra del ya histórico artículo 32, sin haberse detenido a auscultar el contenido de su espíritu, tantas cosas han dicho. Pero, por sobre todo, qué grande es la culpa de don Nelson Chui Mejía, tantos rencores se hubieran disuelto, tantas heridas no se hubieran abierto, si es que respondiendo a la sentencia de cumplimiento que atendía la demanda del señor Maldonado, sin ordenar traslado, hubiera instalado la sede en San Vicente de Cañete dándole la categoría de subsede, con cuota de poder; recuerda que mediante carta notarial le pedí, pero como para usted solamente valían las cosas dichas por los que aplaudían su poder, nunca tuve la razón; y ahora, trepándose al proyecto de reivindicaciones gritadas en el Norte y en el Sur, haciendo de bombero para apagar su propio incendio, dicen que azuza los insultos y la diatriba de los medianos.
Así como en el Norte desde Huacho somos listos, los hermanos del sur no son menos hábiles para saber tocar la puerta de las relaciones del poder. Cuidado, con seguir masticando ofensas y diatribas, la alianza y la unión entre los pueblos del sur y el norte es la mejor consejera. Con adjetivos subidos de tono no se ganan las contiendas, la experiencia nos dice que la solución del conflicto de intereses siempre ha sido hija de la habilidad y la inteligencia. Me nace una idea. Unirnos los miembros del foro del Ilustre Colegio de Abogados de Cañete con los miembros del ilustre foro de Huaura, para entendernos jurídicamente poniendo como agenda la justa causa de nuestros pueblos y así poder dar tranquilidad a los políticos.
Don Miguel Ángel Mufarech y don Nelson Chui, saben que cuando estuvieron en el ejercicio del poder, guardando la altura y el respeto, con ellos siempre he mantenido una pública distancia política, diciendo lo que debía decir de acuerdo a mis convicciones. En esa línea, para entender desde el poder a los administrados de la Región Lima, a don Javier Alvarado le digo, no desista, gobierne y sirva a los hombres y mujeres pensando en las grandes mayorías, y empeñando mayor esfuerzo y responsabilidades, sabiendo que con el ejemplo de las tradiciones “a la tercera va la vencida”, cada día haga mejor las cosas.
¿Por qué deberíamos ser porfiadamente insolentes con alguien que, ubicándose en el espacio de las lealtades, valor que muy pocos cultivan, cuando fue burgomaestre de los hermanos vecinos del Sur, hizo lo que hizo, con relación a la consolidación del futuro político del pueblo de Cañete como Sede Regional, si todo fue aprovechando de la verborrea de algunos falsos y advenedizos intérpretes de la norma, e inspirado en los beneficios que da la sede cuando el desarrollo del poder se vuelve centralista? ¿La Unidad Ejecutora no tiene la categoría de subsede que es lo que propuse hace varios años? Responda, don Nelson.
Ex Presidente de la Corte Superior de Huaura
Pensando en los que gustan de la lectura aún cuando no siempre les guste el contenido de lo que leen, después de los arrebatos y las contradicciones entre los que solamente saben leer y los que también están preparados para interpretar lo que leen, rompo el silencio de la tregua, pero no sé si causaré impactos de alegría o enervaré pasiones, no sé si causaré amargura en algunos, no sé si causaré alegría en otros, pero después de un corto silencio, pensando que aún no ha terminado el tema de la SEDE, hasta hace poco, materia de disgustos y discursos, amarrando mis pasiones propias, vuelvo a la brega y ahora nuevamente escribo.
Respondiendo al proceso de descentralización del poder, ciudadanos como nosotros, haciendo uso de la voluntad política, premunido de las facultades que da el poder, en el ejercicio de un juego democrático, han dado a los hombres y mujeres libres del Perú, la oportunidad de organizar, implementar y ejecutar una nueva forma de gobierno desde el espacio institucional que corresponde a cada una de las regiones, para buscar más allá del centralismo la posibilidad de nuestro propio autogobierno, eligiendo autoridades en la medida de nuestra prerrogativa ciudadana.
Desprendida idea, interesante acción de la política, pero asumiendo mi responsabilidad, con entereza de hidalgo, dudo que todos estén preparados para asumir el reto de descentralización, que en tantos años de inercia y decisión perdida se ha violado la ilusión de los pobres, olvidándonos que todos tenemos obligaciones con nuestro destino.
Artículo 32 de la ley 27783, que en tu parte pertinente a la letra dices: “En el caso del departamento de Lima, la sede del gobierno regional ES la capital de la provincia de mayor población”, cuantas pasiones enciendes y cuantas emociones enardeces, con tu texto para algunos simple o para otros oscuro, hecho a la medida de quienes por suerte nos legislan.
Sintiendo que soy un obrero militante del análisis y de la hermenéutica, distante de los eruditos, los probos y los cultos de acá y de más allá, apoyándome en el lúcido pensamiento del inmortal Aristóteles, para entender mejor lo que ese texto manda, recurro a la definición de la entelequia como principio de muchas cosas, pero que sin embargo, para algunos es irreal; el filósofo decía que la entelequia es el “fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona”; y si la Real Academia concordantemente dice que “la entelequia es la cosa que lleva en sí el principio de su acción y tiende por sí misma a su fin propio”; entonces, apoyado en la tenacidad de mis convicciones, debo decir que la Sede es la entelequia de la descentralización del poder hacia las provincias que conforman la Región; en consecuencia, la sede impulsa la descentralización para el logro de sus fines de progreso y desarrollo; por lo tanto, desde esa perspectiva, Huacho con las fortalezas y bondades que también tiene su hermano San Vicente de Cañete, entre otras cosas, por ubicación resulta privilegiado.
Con motivo de la controversia judicial en vía de acciones de garantía, mucho se ha dicho de los principios de “auto aplicabilidad de la norma” y de la “teoría de los hechos cumplidos”; sin embargo, sabiendo y entendiendo que el Tribunal Constitucional, solamente ha conocido de un proceso y no ha visto el fondo del asunto, resulta hartamente necesario desacelerar el sosiego, para decir lo que eventualmente el Congreso deberá decir en su momento.
Solamente, leyendo la letra del ya histórico artículo 32, sin haberse detenido a auscultar el contenido de su espíritu, tantas cosas han dicho. Pero, por sobre todo, qué grande es la culpa de don Nelson Chui Mejía, tantos rencores se hubieran disuelto, tantas heridas no se hubieran abierto, si es que respondiendo a la sentencia de cumplimiento que atendía la demanda del señor Maldonado, sin ordenar traslado, hubiera instalado la sede en San Vicente de Cañete dándole la categoría de subsede, con cuota de poder; recuerda que mediante carta notarial le pedí, pero como para usted solamente valían las cosas dichas por los que aplaudían su poder, nunca tuve la razón; y ahora, trepándose al proyecto de reivindicaciones gritadas en el Norte y en el Sur, haciendo de bombero para apagar su propio incendio, dicen que azuza los insultos y la diatriba de los medianos.
Así como en el Norte desde Huacho somos listos, los hermanos del sur no son menos hábiles para saber tocar la puerta de las relaciones del poder. Cuidado, con seguir masticando ofensas y diatribas, la alianza y la unión entre los pueblos del sur y el norte es la mejor consejera. Con adjetivos subidos de tono no se ganan las contiendas, la experiencia nos dice que la solución del conflicto de intereses siempre ha sido hija de la habilidad y la inteligencia. Me nace una idea. Unirnos los miembros del foro del Ilustre Colegio de Abogados de Cañete con los miembros del ilustre foro de Huaura, para entendernos jurídicamente poniendo como agenda la justa causa de nuestros pueblos y así poder dar tranquilidad a los políticos.
Don Miguel Ángel Mufarech y don Nelson Chui, saben que cuando estuvieron en el ejercicio del poder, guardando la altura y el respeto, con ellos siempre he mantenido una pública distancia política, diciendo lo que debía decir de acuerdo a mis convicciones. En esa línea, para entender desde el poder a los administrados de la Región Lima, a don Javier Alvarado le digo, no desista, gobierne y sirva a los hombres y mujeres pensando en las grandes mayorías, y empeñando mayor esfuerzo y responsabilidades, sabiendo que con el ejemplo de las tradiciones “a la tercera va la vencida”, cada día haga mejor las cosas.
¿Por qué deberíamos ser porfiadamente insolentes con alguien que, ubicándose en el espacio de las lealtades, valor que muy pocos cultivan, cuando fue burgomaestre de los hermanos vecinos del Sur, hizo lo que hizo, con relación a la consolidación del futuro político del pueblo de Cañete como Sede Regional, si todo fue aprovechando de la verborrea de algunos falsos y advenedizos intérpretes de la norma, e inspirado en los beneficios que da la sede cuando el desarrollo del poder se vuelve centralista? ¿La Unidad Ejecutora no tiene la categoría de subsede que es lo que propuse hace varios años? Responda, don Nelson.
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