Publicado por el Padre Felipe Manco Francia
Estamos iniciando un nuevo mes, pero no es
un mes cualquiera sino uno muy especial, porque el 11 de octubre -en el mundo
entero cristiano- estamos iniciando el "año de la fe", con motivo de
cumplirse 50 años que se celebro el Concilio Vaticano II y 20 años de la
publicación del Catecismo de la Iglesia Católica que fue publicada por el Papa
Juan Pablo II. Estamos en un ambiente donde se esta perdiendo la fe verdadera
en Dios y se esta colocando la confianza y la fe en las cosas materiales como
si allí se encontrara la verdadera felicidad. Al buscar la felicidad en las
cosas lo único que se logra, es que el hombre se esclavice más y crezca el vacío
en su interior llevando al hombre a la desesperación y a la tristeza.
La desesperación y la tristeza lo vemos a nuestro
alrededor y muchas veces en nuestra vida interior, consecuencia de ello lo
vemos en muchos rincones de nuestra sociedad. Violencia, asesinatos,
insultos... nos quejamos muchas veces que grupos actúen de esa manera. Debemos
preguntarnos: ¿porque esta persona actúa de esta manera?, ¿porque insulta?,
¿porque ha cometido este crimen..?... la respuesta lo encontramos: porque todos
actuamos siempre por un ideal, actuamos si estamos motivados por algo, si
tenemos un vació interior, no nos importara nada, seremos un borrego que nos
dejamos llevar por los demás.
NECESITAMOS CATOLICOS VALIENTES, es el
motivo del año de la fe. Necesitamos catolicos que no callen sino defiendan la
fe. Necesitamos católicos que prediquen la fe con su vida. Eliminar católicos
que tengan la manga ancha que lo permitan todo. Ser católico no es vivir a las
anchas y de cualquier modo. Sabiamente el Papa Benedicto XVI, iluminado por el Espíritu
Santo, ha declarado a este año que se inicia el 11 de octubre de este año como
AÑO DE LA FE. Necesitamos todos renovar, cuidar y alimentar nuestra fe.
"NADIE DA LO QUE NO TIENE", hoy
hay un gran miedo y temor de hablar de Dios y mas todavía de defender a la
Iglesia. Se va por lo más fácil: callar y mirar. Hoy muchos medios de
comunicación y personas sin moral atacan sin cesar a la iglesia a la cual
pertenecemos. Debemos pedir a Dios valentía para anunciar a Jesús donde
estemos, que se pueda encender la luz donde exista la tiniebla del pecado. Una
gran enfermedad actual es que muchos dicen saber mucho y están en una gran
ignorancia moral. Solo se dejan llevar por opiniones y no buscan la verdad.
Estamos en un ambiente donde se lee poco y se observa mucho. La televisión y el
internet ocupan muchos espacios en la vida de las personas pero con poco
contenidos moral y ético. Las personas siguen el ejemplo y modelo de sus "ídolos"
en la televisión. Y los niños y jóvenes se dejan llevar por sus "ídolos"
en grupos musicales buscados en las "chicotecas" e internet.
Iniciemos el año de la fe con un propósito
concreto: "Abramos nuestro corazón y dejemos que el Espíritu Santo nos
hable en nuestro interior del corazón", para decirnos lo que debemos hacer
cada uno en la vida diaria. Hagámosle la siguiente pregunta: ¿Dios estas
contento con la vida que llevo? y Dios nos contestara en el silencio de la
oración. La acción apostólica debe estar empapada de oración sino de nada
sirve. Debemos empezar por exigirnos nosotros mismos, participemos de las
actividades parroquiales, donde se van a organizar: talleres apostólicos,
cursos doctrinales, misiones en pueblos, acciones litúrgicas, clases de
catequesis, eventos,.... con motivo del año de la fe. Aprovechemos este gran
regalo que la Iglesia que es nuestra Madre nos da en este año tan especial para
todos los cristianos.
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