El carpintero
Pedro Hernández recibió dos disparos, uno de ellos cerca al cuello, de parte de
los miembros de un grupo de treinta personas, en Cañete.
A su vez, su padre
y su hijo, quien también trabaja en carpintería, resultaron heridos de bala. A
este último lo despojaron de su ropa.
Por su parte,
Filomeno Anco recibió un balazo cuando instalaba unas puertas. Una persona más
también fue baleada.
La policía presume
que el ataque responde a una venganza, pues a las víctimas solo les quitaron
sus celulares y prendas de vestir.
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