La decisión ministerial de defenestrar a la comisión organizadora de la
Universidad de Cañete, que hasta ayer presidía el “laureado” profesor
universitario, Fernando Quevedo Ganoza, deja una sensación que al actual
gobierno no le interesa en absoluto propiciar el funcionamiento de nuestra casa
superior de estudios.
La mejor muestra de ello se registra en dos hechos: 1) La Resolución
Ministerial N° 458-2012-ED, firmada por la propia ministra Patricia Salas no
explica el “por qué” del desafuero a Quevedo Ganoza; 2) Nuestras autoridades,
ni nadie en Cañete sabe de dónde sacaron a los nuevos integrantes de la citada
comisión.
Es cierto que a puertas de conmemorar 3 años de la dación de la ley que
crea la universidad cañetana, ésta no funciona. El PDI quedó pendiente, la
construcción de pabellones también, y la esperanza de los jóvenes aún permanece
latente, para provecho de “algunos”.
No creo, por lo anterior, que nos hayan hecho un favor, dado que el
nuevo presidente de la comisión organizadora, Manuel Borja Alcalde, registra un
pasado nada exitoso presidiendo una comisión similar en la Universidad Nacional
Toribio Rodríguez Mendoza de Amazonas.
Existe un registro del año 2009, cuando Borja Alcalde fue apabullado
por estudiantes, padres y el pueblo de la citada localidad, que conllevó a que
CONAFU lo apartará de tal cargo.
Ese mismo año, una comisión evaluadora detectó que la comisión
presidida por Borja Alcalde no cumplió con levantar observaciones que
comprometían el funcionamiento de dicha casa de estudios (Resolución N°
335-2009-CONAFU). Vale decir, la labor de Borja Alcalde era manifiestamente
pobre.
Pese a esos antecedentes, y sin acopiar mayor calificación en su hoja
de vida, la ministra Patricia Salas nos lo manda de taquito, a fin de
“organizar” la Universidad de Cañete.
Manuel Borja Alcalde en la actualidad es militante del partido de César
Acuña (Alianza para el Progreso), dueño de varias sucursales de la Universidad
César Vallejo. De ahí no registra mayores propósitos, salvo que pretenda anexar
a los jóvenes cañetanos a los “requerimientos” de una educación privatizada.
Las otras personas que acompañarán a Borja Alcalde, son los contadores
Enrique Horna Zegarra, y Reyna López de Montoya, como vicepresidente académico,
y administrativo, respectivamente.
Los mencionados integrantes, tampoco registran labor y/o experiencia
propia en la labor de organizar una universidad pública.
Así las cosas, ¿en qué pensó la ministra Patricia Salas al momento de
designar a los sindicadosprofesionales, y nuevos integrantes de la comisión
encargada de “organizar” nuestra universidad?
¿Javier Alvarado, María Montoya, los jóvenes y Cañete en su conjunto
permanecerán mudos ante la “presidencia ministerial” promovida desde el
gobierno? Veamos quien reacciona primero.
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