Por Vladimir Alexander Rojas
Hinostroza
“Sólo faltaba llamar a
Angélica Arata Tasso”, parecían comentar los parroquianos que, la noche de este
último lunes, acompañaban a Carlos Quinto (Gobernador Provincial) en una amena
y placentera tertulia con cerveza incluida en el recinto representativo de
Ollanta Humala en Cañete.
Las imágenes captadas por el
atento reportero Abel Antón(http://www.youtube.com/watch?v=qSCiN3u6mhs)
no nos podrán decir si la celebración “chelera” tenía como cortina algún
negocio redondo en cierto municipio cañetano, o el silencio cómplice ante
invasiones y tráficos de terrenos del Estado, o porque Perú le gano Brasil en
el sudamericano sub20.
Pero lo que si revelan las
imágenes, es la precariedad y falta de idoneidad con la que se ha venido
conduciendo el abogado Carlos Quinto en la gobernación cañetana, que para
muchos nacionalistas locales contó con el auspicio de la pariente del
Presidente de la República en Cañete.
Carlos Quinto, siendo un
abogado de experiencia como patrocinador de litigios, es cómplice y autor de un
vergonzoso, reprochable, e ilegal espectáculo, cuándo durante meses se esperaba
un mayor protagonismo ante la salida de su antecesor Samaniego Orellana.
Y él sabe muy bien que su
comportamiento indecoroso es ilegal, porque la autoridad no puede utilizar un
estamento público como cantina, por más que se haya sacado la “tinka”.
Más allá de la renuncia al
cargo que deba presentar Carlos Quinto, o la defenestración que debe provenir
del Gobierno del Interior, es un hecho lamentable que durante su estadía sea
recordado como el gobernador de la agenda cervecera, porque después de este
incidente no se le conoce notoriedad alguna.
Ni en la última visita de
Humala Tasso en Cañete, para inaugurar el puente del boulevard de Asia, Carlos
Quinto llamó su atención, porque en la foto oficial nuestro mandatario prefirió
llamar a su pariente Angélica Arata, menospreciando al gobernador Quinto Céspedes
.. ¿Pero en realidad Humala habrá sabido que existía Gobernador en Cañete?
Desde hace años, el título de
Gobernador Provincial viene de capa caída, y lo perpetrado por Carlos Quinto ha
hundido con mayor fuerza la autoridad que debe revestir tal investidura.
Si en verdad, Ollanta Humala
quiere designar verdaderos gobernadores a nivel nacional, que tome a Cañete
como ejemplo claro de lo que no debe hacer su gobierno. Señor Presidente,
escuche a sus militantes, y no a sus familiares.
Muchos nacionalistas
responsabilizarán de tan vergonzoso espectáculo a quien patrocinó a Quinto
Céspedes en la gobernación; pero no seamos injustos, pues él como abogado es
responsable de sus actos. Sólo esperemos que los temores de los nacionalistas
se desvanezcan, y que la imagen de Angélica Arata Tasso no se asome para
designar al nuevo representante de Humala en Cañete.
El próximo gobernador debe
asumir el cargo con una agenda clara, que Cañete necesita, que trabaje con sus
autoridades, que exija cuentas claras, que presione a las empresas para que
cumpla con sus obligaciones, y haga sentir la presencia del gobierno en
nuestros 16 distritos.
Sino ocurre ello, pues no
faltará mucho para que seamos testigos de algún evento cervecero (sin ofender a
los empresarios locales).
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