Por Vladimir Alexander Rojas Hinostroza
Cuando los políticos deciden salir de sus recintos (ediles o
congresales) o de sus casillas, suelen ofrecernos información valiosa que
permite medir sus ímpetus personales, y hechos que trascienden los “pasillos
del chisme” de cualquier entidad.
Por ello, Melgar Valdez y Caico Fernández, congresista y regidor
provincial (respectivamente), en forma reciente han salido a emitir opiniones y
juicios que manifiestan una cierta disconformidad en sus acciones. Veamos.
En el caso del congresista fujimorista, y concluida su reunión amical y
política sobre la sede regional, ha salido furibundo a menospreciar la opinión
de quienes consideran que dicho tema lo utiliza como “caballito de batalla” en
beneficio propio. “Existen huachanos mediocres” por pensar así, señaló.
Con relación al regidor José Caico, hace unos días señaló en el
programa de Eladio Quispe (Línea Directa), que en la municipalidad cañetana “se
negocian las obras”, pero que no puede probarlo, y para dicha jugarreta un
enjambre de comunicadores ofrecen su “silencio”.
De manera inconsciente, ambos políticos deciden salir de sus “espacios
o closets” para arremeter en contra de quienes no les permiten cumplir sus
objetivos: Melgar con su “sede”, y Caico con su “fiscalización”.
Había indicado hace unos días, que Melgar Valdez ha realizado en más de
una ocasión, reuniones similares a la acontecida el 15 de enero, porque
“interés” tiene en el tema de la sede, como también en el límite de Cañete.
Esos son sus caramelos políticos.
Él así lo ha declarado, y su “interés” es público. Además que es
notorio que en sus faenas busca brillar con sus “caballitos de batalla”. Sólo
falta el último paso para que salga del “closet”, para que pueda despejar
cualquier duda sobre su trabajo. No tiene por qué maltratar a quienes ya lo han
entendido (open mind).
Algo parecido ocurre con el regidor Caico Fernández, quien ha decidido
salir de manera pública del “clóset o entorno” de la alcaldesa provincial, para
indicar que durante estos dos años de su gestión, las obras se han venido
negociando.
Lo triste de sus declaraciones, recae en señalar que no tiene como
probar lo que sentencia.
Sin embargo, ello parece no incomodar a María Montoya, quien hasta la
fecha ni comunicado alguno ha emitido para desacreditar lo sostenido por José
Caico.
Esa cura de silencio, podría tener dos implicancias, por un lado, la
alcaldesa provincial habría tomado en serio lo dicho por el regidor Caico, y de
otro lado, habría decidido ignorar abiertamente lo sucedido.
Debe extraerse esa decisión de Montoya Conde, por un tema de sanidad
municipal, por qué le guste o no, es un regidor de su propia tienda política
quien ha salido a sostener que sus funcionarios están haciendo un festín con
los recursos del Estado.
Lo anterior, sumado a la falta de presencia de la municipalidad
provincial en los demás distritos de Cañete, podría costarle la “reelección”
innegable a la que aspira María Magdalena.
Del “silencio” de la prensa ya se ha hablado mucho de hace años, muchos
se pelearon y reconciliaron, pero “con pruebas” señor regidor, no tendría por
qué preocuparse de dicho silencio.
Cuándo los políticos salen del “closet” pueden entregar registros
significativos, para comprender la coyuntura de sus actos, y del entorno donde
transitan. Y eso sólo lo pueden hacer los políticos activos, no los cadáveres.
Sólo tengamos “mente abierta” para poder comprenderlos.
Comentarios