Nuevas pruebas de campo señalan que la quinua tolera las condiciones
ambientales de la costa.
En los distritos de Mala y Calango de la provincia limeña de Cañete,
cuyos valles se encuentran entre los 30 y 300 metros sobre el nivel del mar, se
han logrado desarrollar sembríos de quinua con rendimientos que alcanzaron las
4,2 toneladas por hectárea.
Esto constituye un récord de producción a nivel nacional, pues el
promedio en el Perú es de 1,1 tonelada por hectárea, según el Ministerio de
Agricultura.
Para ello, el año pasado el Centro Peruano de Promoción y Desarrollo
Psicosocial, con el asesoramiento técnico de la Agencia Agraria de Mala,
instaló 5,5 hectáreas de quinua de las variedades Pasankalla (grano rojo) y
Blanca de Huallhuas (blanco) en ambas localidades, con la participación de 25
agricultores de la asociación Lomas de Aymara.
Allí se evaluó el comportamiento de las plantaciones de quinua a las
condiciones propias de la costa, como el suelo, el agua y el clima.
Según las pruebas de campo realizadas en esta zona, el momento óptimo
de siembra a nivel de la costa central son a fines de invierno, para que la
cosecha se realice en los meses de verano, lo cual facilita el secado de los
granos y ayuda a mejorar las condiciones de trilla.
Los técnicos de la Agencia Agraria de Mala también comprobaron que la
quinua tolera la salinidad de los suelos y el estrés hídrico del ambiente
costero.
En la actualidad, las más de 20 toneladas de quinua convencional
producidas en estas parcelas se encuentran en proceso de selección para su
comercialización en el mercado internacional.
Este logro confirma que el "grano de oro de los andes" puede
desarrollarse con excelentes resultados en toda la franja costera del país,
pudiendo cultivarse hasta 200 mil hectáreas más.
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