Desgracia. Planearon
sorprender a su mamá en su día, pero la fatalidad se les cruzó en el camino.
Por: María Aybar.
La enfermera y empleada de un
laboratorio Carmen Catalina Tueros Zegarra (46) iba al volante de su moderna
camioneta junto a sus tres hermanos, con el fin de visitar a su anciana madre.
Sin embargo, encontró horrible
muerte en la víspera del Día de la Madre, al despistar su carro y chocar contra
una baranda metálica, a la altura del km 72.800 de la Panamericana Sur, cerca
de la hacienda San Andrés, en San Antonio de Cañete.
Como consecuencia del fatal
accidente, la hermana de la fallecida, María Tueros Zegarra (54), quien iba en
el asiento posterior a la altura del piloto, terminó con ambas piernas
amputadas debido a la incrustación de los fierros.
En tanto, Jaime (53) y Raquel (48), quienes
iban en la parte derecha del carro, se salvaron pero terminaron con golpes,
contusiones y una grave crisis de nervios, por la forma como pereció la más
entusiasta de las hermanas.
Ellos tuvieron que ser
atendidos por los paramédicos de los bomberos.
Lo más indignante para la
familia, pobladores e inclusive los policías fue esperar siete horas a la
magistrada Gladys Fernández Portocarrero, de la Segunda Fiscalía Penal de Mala,
para que ordene el levantamiento del cadáver.
Los agentes policiales de la
comisaría de San Antonio de Cañete informaron que el accidente se produjo a las
3.30 pm del sábado cuando la víctima, Carmen Tueros Zegarra, conducía la
camioneta marca Honda color plomo metálico de placa B5Q-280 en sentido de norte
a sur, con destino a la casa de su madre en Nasca (Ica).
Los testigos manifestaron que
una persona cruzó intempestivamente la carretera, y Carmen por evitar
arrollarla viró a la izquierda impactando con la valla metálica de la berma
central. Ella dejó de existir en el acto y su cuerpo quedó entre los fierros
retorcidos del auto.
Los bomberos rescataron a
María Tueros, quien fue trasladada al hospital Rezola de Cañete.
“Mamita, quiero que seas
fuerte”, le decía Jaime a su madre a través del teléfono, simulando fortaleza,
pero luego se echó a llorar en el pavimento porque no sabía cómo contarle la
desgracia que había ocurrido.
VELA RESTOS DE HIJA EN SU DÍA
Al lugar llegó el novio de la
fallecida, quien protagonizó desgarradoras escenas de dolor. Los restos de
Carmen Tueros son velados por su anciana madre, hermanos y allegados, en Nasca.
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