Estamos ante un poblado en
peligro de desaparecer, unas lagunas medicinales que se están secando, un lugar
para avistar objetos voladores no identificados del que están huyendo hasta los
extraterrestres.
Todo cambió en Chilca luego de
“la invasión termoeléctrica” que se reconoce por el humo que emana de las
chimeneas. Pero lo que sobrepasa cualquier realismo mágico es, como ya
señalamos, la instalación de la mole en medio de una playa y muy cerca de tres
lagunas medicinales alrededor de las que gira la vida del poblado Las Salinas.
Se llaman La Milagrosa, La
Mellicera y La Encantada, y sus aguas todavía conservan reminiscencias de su
color verdoso. Muchos mitos han sido alimentados por las personas que viajaban
desde el interior del país y desde la ciudad de Lima, para curarse de una lista
inmensa de enfermedades. Lo que sí está comprobado es que las aguas tienen
propiedades curativas debido a su composición química. La Universidad Nacional
Agraria realizó un análisis en el que encontró calcio, magnesio, sodio,
potasio, nitratos, carbonatos y otros minerales.
La hidróloga Carlota Pereyra
ha medido los volúmenes del agua en la laguna La Encantada utilizando el método
del análisis de polígonos, que dio como resultado un retroceso del nivel del
agua del 40%en los últimos dos años. Antes la laguna tenía una altura de 80
centímetros en su parte más profunda; ahora llega a los 25 centímetros en el
mismo lugar.
¿Se están secando las lagunas?
Pereyra sostiene: “La empresa ha construido tanques subterráneos de agua. Al
hacerlo parece que ha cortado la vena de ingreso de filtraciones de agua marina
que alimenta las lagunas y éstas no se están llenando”. La empresa niega esta
versión y manifiesta que el agua de las lagunas proviene de las lluvias de los
Andes y que es agua dulce. La hidróloga insiste: “Son lagunas salinas con
peloides, y las de este tipo se alimentan por filtraciones de agua del mar. La
prueba es que las aguas son salitrosas y tienen minerales”.
En este caso, la Autoridad
Nacional del Agua no ha estado a la altura de su nombre. Se ha dejado cerrar la
puerta en las narices en dos oportunidades, cuando fueron a realizar
inspecciones. Chilca es un distrito con veda de instalación de pozos de agua
subterránea y la recibe de un solo pozo municipal. La población junta agua en
baldes, vive en racionamiento perpetuo, y la ANA le da permiso a la
termoeléctrica Kallpa para que extraiga 127.000 m3 anuales para enfriar sus
turbinas, y a Fénix Power para que construya tanques subterráneos.
Las lagunas están en la zona
de amortiguamiento de los humedales de Puerto Viejo. El Perú ha suscrito al
Tratado Internacional de Protección de los Humedales, firmado en el año 1978.
Estamos ante ecosistemas frágiles. Según Pereyra, “un humedal en el desierto
genera equilibrio. El Ministerio del Ambiente está incurriendo en una falta
grave”.
Barro sanador
La laguna La Milagrosa es la
más grande, y el espectáculo que allí se ve sorprende al recién llegado.
Cuerpos embadurnados en lodo, bañistas que parecen figuras de arcilla de tamaño
real caminando por la orilla, máscaras de pasta gris en vez de rostros. A esa
extraña práctica se le conoce como “fangoterapia”.
En su mejor época podían verse
alrededor de 200 bañistas sumergidos en sus aguas o tendidos al sol. Cuando el
turismo medicinal estaba en auge, venían en buses de las provincias y de las
zonas populares de Lima. Ahora la afluencia ha bajado considerablemente, igual
que el nivel del agua de las lagunas.
Un equipo de la UNIFÉ, a cargo
del profesor Américo Albarrán, realizó una serie de entrevistas a los bañistas
que revelan que la gente se baña para curarse de enfermedades como la artritis,
el reumatismo, los dolores musculares, el estrés y todo tipo de problemas de
piel, incluyendo el acné. Pero la mayoría está convencida de que el poder
curativo del barro combate más de 140 enfermedades diferentes, y ningún
razonamiento científico puede convencerlos de lo contrario.
Es llamativo el caso de la
segunda laguna, llamada La Mellicera, porque, según la mitología del lugar,
potencia la fertilidad y produce mellizos en serie. “En Chilca tenemos muchos
mellizos y gemelos. Yo tenía una tía que, luego de bañarse en la laguna, tuvo
mellizos a los 45 años”, nos dice Gloria Camacho. (Dejamos constancia de que en
nuestro recorrido encontramos un par.)
Las lagunas están en medio del
desierto terroso, al costado de una ancha playa cubierta de neblina. La bruma
marina se alza hacia arriba, como si el vapor de agua se levantara del mar. La
irradiación solar llega, pero la zona siempre está nublada y la sensación de
calor ha disminuido en los últimos años. Pereyra nos explica que esto ocurre
porque el agua caliente que las termoeléctricas usan para enfriar sus turbinas
regresa al mar y se mezcla con el agua marina fría, produciendo una evaporación.
“No tenemos en el Perú estándares sobre la temperatura. Ésta se debería medir
constantemente, porque su aumento genera impacto ambiental”, añade.
Los cerros La Bruja, Yaya y
Honda rodean el poblado. En la cumbre de este último se ven los vestigios de un
observatorio preinca que hoy es un mirador para los avistadores de ovnis. El
poblado tiene una sola avenida central asfaltada, la Virrey Toledo, en homenaje
al amante de la Perricholi, de quien se dice era visitante asiduo y fanático de
los baños en las lagunas. Otros visitantes ilustres que se han echado barro
encima han sido los señores Isaac Humala y Elena Tasso. Por eso su hijo
prometió en un discurso al pueblo de Chilca que iba a proteger las lagunas.
(Desde que es Presidente se ha desentendido del tema.) El Frente de Defensa
logró también que la ex congresista Hilaria Supa los apoyara en el año 2007,
cuando empezaba la lucha organizada de los pobladores contra la termoeléctrica
que se quería instalar en la playa. Hilaria, a pesar de sus problemas
artríticos, subió el cerro Honda e hizo una ceremonia de pago a la tierra en el
observatorio junto a cincuenta personas. (Desde que es parlamentaria andina se
ha desentendido del tema.)
Algunas de las historias no
son para escépticos. Muchos bañistas enfermos sostienen que el poder de
sanación de las lagunas viene de la energía cósmica que dejan los
extraterrestres después de bañarse en ellas. Lo único cierto y comprobable es
que no existe una sola farmacia en el lugar, un indicador de que la gente no la
necesita. Sobre la laguna La Encantada, que es la más afectada, hay una serie
de leyendas. Se dice que en ella vive una ninfa que encanta a los bañistas; o
que la laguna es un “ojo del mar”, y que están conectados por medio de un túnel
subterráneo por el que los bañistas llegan al mar luego de ser tragados por la
laguna.
Milagros Mimbella es una mujer joven e incansable, desde hace seis años ha dejado medio olvidada su bodeguita de Las Salinas para dedicarse a la defensa de su ecosistema. “Me han tratado de comprar a través de un periodista de Radio Cristal de Cañete, ofreciéndome 500 mil soles. Pero no acepté”, afirma. A su temple, y a sus argumentos racionales y fácticos, se suma esa peculiaridad bien chilcana de incorporar elementos místico-esotéricos en su discurso: “Me habían dicho que las lagunas tenían vida. Una noche me fui a limpiar La Milagrosa y lloré pidiendo por ella. Las aguas comenzaron a moverse alrededor de mí”, sostiene.
¿Es un pájaro?, ¿es un avión?
Los chilcanos consideran como
centros energéticos y de vibraciones magnéticas al Cerro Honda, la playa San
Pedro y a Las Salinas. Se dice que desde las épocas preinca e inca llegaban al
lugar sacerdotes andinos para realizar ceremonias de curación. Nos cuentan que
en el cerro de la playa Yaya hay unas cuevas cubiertas de estalactitas que dan
al mar. Allí viven los elementales, una especie de duendecillos que pesan
toneladas y que protegen las zonas naturales. Estos seres deben estar
mortificados porque cada vez son menos los veraneantes que se sumergen en el
mar de Yaya, y cuando lo hacen salen cubiertos de aceite.
“Hace 20 días mi hermano vio
unas luces. Una nave aterrizó en el cerro Las Brujas. Se asustó, corrió y se
metió en una casa. Tenía miedo de que se lo vayan a llevar”, cuenta Adriana
Torres, comunera de Chilca. Este tipo de historias son frecuentes entre los
pobladores del distrito. Muchos aseguran haber visto ovnis volando sobre el cerro
Honda y en la playa. La Municipalidad Distrital de Chilca también se encarga de
alimentar las creencias. Marquetea el lugar, subiendo en You Tube videos de
objetos voladores surcando el cielo chilcano, filmados por algún funcionario
municipal. Han llegado a difundir, como versión oficial, que la laguna La
Encantada era la favorita de los extraterrestres y que éstos se bañaban en
ella. Es más: dicha institución recomendaba a los turistas bañarse siempre en
compañía para evitar “secuestros”.
Se dice que en el fondo del
mar de la playa San Pedro hay una base espacial extraterrestre. La señora
Gloria Camacho, antigua pobladora de la zona, sostiene que en Las Salinas hay
tres puertas tridimensionales por las que se pasa a otra dimensión. Éstas se
encuentran en el cerro Lapa Lapa, en el cerro La Virgen y en la playa. En el
año 1995, los Rahma de Sixto Paz organizaron un Encuentro Mundial de Contactos
Extraterrestres en Chilca.
Los avistadores de ovnis
solían acampar en el desierto y entonar mantras mientras meditaban. Previamente
a las vigilias, los extraterrestres se comunicaban con las personas llamadas
“antenas”, que son las que reciben el mensaje y a las que les revela el día, la
hora y el lugar en el que aparecerán. Primero mandaban un flash de luz para señalarles
el lugar exacto, que debía ser respondido por otra señal de luz. Solo entonces
aparecían detrás de los cerros. Según cuentan estos creyentes, algunos objetos
voladores tienen cinco metros de diámetro, un núcleo de color oscuro y están
envueltos por luces violáceas o de colores. Las naves pequeñas se llaman
venusianas, y las más grandes, nodrizas. (El silencio es muy importante para
lograr la conexión con los “Hermanos Mayores”. Si, como se prevé, el ruido que
emitirá la planta de Fénix Power una vez que entre en funcionamiento llegará a
los 80 decibeles, entonces es seguro que la contaminación sonora terminará de
ahuyentar a los ufólogos que todavía merodean por la zona.)
La hidróloga Pereyra explica
que la niebla permanente que ahora envuelve el cielo chilcano, producto del
impacto ambiental causado por la industrialización de la zona, ha terminado de
alejar al turismo de avistamiento. El otrora cielo nocturno limpio y despejado
ha sido sustituido por uno cerrado y nuboso en el que se hace difícil distinguir
hasta las estrellas. “Un grupo de trescientos ufólogos liderados por el señor
Anthony Choy debió retirarse de la zona porque no veía nada”, sostiene.
El 24 de enero de este año, a
las 10:30 de la noche, algunas personas manifiestan que vieron un ovni
sobrevolando el área de la planta termoeléctrica de Fénix Power. Quienes creen
en ellos sostienen que los “Hermanos” han lanzado una advertencia referida al
cuidado que se debe tener en esa zona, y una amenaza a los que no cumplan con
ello.
Si existen los ET, deben de
estar más sorprendidos que nunca con las locuras de los humanos. “¿Existirá en
el Universo otra especie con semejante poder destructivo?”, se estarán
preguntando.
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