"Un anecdótico episodio de hace 4 años, donde el ex canciller de la republica José Antonio García Belaunde, comparó el triángulo usurpado por Chile en el Mar de Grau en Tacna, con una de sus chacras en Cañete. Un episodio que todo cañetano debe conocer ante un inminente fallo internacional sustentado con una chacrita cañetana"(Juvroh).
¡Qué pleno reivindique al
Congreso!
Por Herbert Mujica Rojas.
Los intereses soberanos del
Perú están por encima de cualquier cosa cuando, además, hay de por medio, la
espera luenga del fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el
contencioso marítimo planteado por Perú a Chile. Lindan con la estupidez de
saco y corbata las declaraciones que sostienen que lo aprobado por la Comisión
de Relaciones Exteriores del Congreso, el proyecto Boliviamar, no ensombrece el
panorama. ¡Cómo no, pero si es dispararse a los pies!
Es pertinente recordar que
Bolivia ha planteado en la CIJ su propio reclamo a Chile cuyo decurso y
resultados habrá que esperar pacientemente siendo, verdad apodíctica, que es un
tema bilateral entre esos dos países.
Sin embargo ¿supieron los
parlamentarios los alcances de Boliviamar en estos momentos? De la ilustrada y
potente inteligencia del presidente de esa comisión, Martín Belaunde, hay pocas
dudas, su grisura es monumental y sus expresiones, casi siempre, son homenaje a
la nada.
Que otro también emparentado,
García Belaunde -José-, ex canciller y coagente salga a aplaudir, tampoco
resulta raro. Una de las encíclicas más brillantes que ha producido la historia
republicana la dijo aquél cuando comparó el triángulo usurpado por Chile en el
Mar de Grau en Tacna, con una de sus chacras en Cañete. La Nación no puede sino
rendirse ante la egregia demostración de sabiduría geopolítica de ese señor.
La sensatez aconseja que el
Pleno del Congreso dilate, para un mejor estudio, sin sesiones secretas o
cartas bajo la mesa, el proyecto de Boliviamar. Por ejemplo, ¿sabe Perú cuántos
miles de millones invertirá el hermano país del altiplano en Ilo? Porque, es
evidente, debe construirse infraestructura magnífica que perdure por los
próximos cinco decenios. Además, los devaneos coquetos de los poderosos
sectores económicos bolivianos casi siempre adhieren a Chile. ¿Alguien puede
sostener lo contrario?
Pero hay una arista cuya
abominable génesis radica en la más palmaria como condenable ignorancia.
¿Cuántos periodistas enterados, con autoridad intelectual, huérfanos de hambre
angurrienta por faros publicitarios hay comentando estos sucesos de enorme
importancia contemporánea? ¿qué diplomáticos con experiencia genuina y no
improvisados lenguaraces (con la excepción notoria y enterada del embajador
Eduardo Ponce de Vivanco), han sido consultados in extenso? ¿y los analistas,
estrategas, internacionalistas, que crecen debajo de cada una de las millones
de piedras que hay en Perú, qué han dicho? Por dramático que pueda parecer, en
nuestro país la portada de diarios, lo dicho en una televisión despreciable, y
lo narrado en radioemisoras con frivolidad indigesta, gobierna la concepción
"geopolítica" de 30 millones de habitantes. ¿No estamos viendo cómo
se hace consumir embutidos gigantes de Mistura a la opinión pública?
Los abrazos y besos que se dan
los empresarios y fenicios que viajan de Lima a Santiago y viceversa, sólo
conducen a preservar la reproducción copiosa de dineros, aquí y acullá, que
provienen de mercadería a veces muy mala, de la plusvalía que se embolsican los
poderosos y que se llevan a invertir o guardar en bancos o financieras en
paraísos fiscales. ¿Alguien sabe de inversiones que han mejorado la condición
de los empleados u obreros, su modus vivendi, educación y proyecto de vida? Por
tanto, la paz de estos grupos, es una franja en la que poco importa la
condición humana, de lo que se trata es de ganar dinero a carretadas. ¡Y el
resto que se joda!
¿Cuál de nuestros
"analistas, internacionalistas" pone el dedo en la llaga? Claro, hay
quienes tienen contratos de asesoría de imagen y reciben jugosas primas por su
análisis patrocinado. ¿O no?
Ni siquiera durante el
nauseabundo período del fujimorismo el Establo de Plaza Bolívar llegó a tener
los niveles de desaprobación que hoy luce. Acaso sea llegada la oportunidad
para que la cordura, el juicio desapasionado y la inteligencia puesta al
servicio de la defensa de la soberanía nacional, eviten sucesos que requieren
de mayor estudio y planteamientos de beneficio para el país.
Por tanto: ¡Que pleno
reivindique al Congreso!
(Herbert Mujica Rojas es Autor
de la columna Señal de Alerta y responsable de Páginas Libres, periodista
peruano, analista político y ensayista en temas geopolíticos, ambientales, seguridad
documentaria y otros vibrantes acápites de su país y Latinoamérica. Escribió en
el 2007 el libro ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin
problemas!
Es posible conectar con él al
teléfono (+51) 9-9918-0913.)
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