CHILCA: UN POLO INDUSTRIAL DE LIMA QUE REQUIERE URGENTE
PLANIFICACIÓN.
Informe de Día_1 destaca el potencial del distrito limeño
de Chilca como nuevo foco industrial, pero señala que requiere una adecuada
planificación para su crecimiento.
POR CECILIA NIEZEN.
Desde cualquier punto de
Chilca se pueden divisar las chimeneas de las centrales termoeléctricas. Esta
pequeña localidad, famosa por sus lagunas medicinales, podría hoy
autodenominarse distrito industrial (en ciernes). La transformación industrial
que va cobrando forma en él no partió de ninguna política de promoción del
Estado ni mucho menos de una iniciativa concertada. Si en los últimos cinco
años, empresas de diferentes sectores económicos, desde el energético al de
alimentos, han adquirido terrenos en la zona, lo han hecho motivadas por la
cercanía a Lima y al gasoducto de Camisea, la accesibilidad a la Panamericana
Sur, la disponibilidad de grandes terrenos, así como por los precios por m²
industrial, aún competitivos.
Pero el proceso no es una
maravilla. Juan Flores, gerente municipal del distrito de Chilca, lo resume con
una frase: “Nos ha agarrado por sorpresa”. Según el funcionario, el principal
problema que enfrenta actualmente la zona es el desorden. “Este es un pueblo
pequeño, con tremendas extensiones de terreno. Estamos tratando de
organizarlo”, dice.
Con desorden y todo, el
funcionario asegura que los ingresos propios del municipio crecieron en 200% en
los últimos tres años. Tal vez sea por ello que algunos pobladores, como los
que esperan para pagar sus recibos en la ‘oficina del agua potable’, reducido
espacio del local municipal, no entienden por qué si los recursos crecen, el agua
casi no llega a sus casas.
NUEVOS VECINOS
Desde el kilómetro 60 de la
Panamericana Sur puede observarse el nuevo rostro de la zona. En el distrito de
Pucusana (que limita con Chilca), se construye sobre un terreno de 60 hectáreas,
la planta de Corporación Lindley. Según la empresa, el plan es trasladar su
planta centenaria, ubicada en el Rímac, al nuevo local, con una inversión
estimada de US$180 millones. Al lado se ubicará la planta de TASA Omega, del
grupo Breca, cuyo giro principal será la refinación y concentración de aceite
de pescado con alto contenido de omega 3.
En el kilómetro 62,5, cruzando
la carretera, en la avenida Santo Domingo de los Olleros, se encuentran las
centrales termoeléctricas de Enersur, Kallpa, Termochilca y muy cerca se ubica
la de Duke Energy. Además, en la misma playa Yaya, al otro lado de la
carretera, está la planta termoeléctrica de Fénix Power. Con estas cinco
centrales, que generan aproximadamente el 40% de la oferta de energía eléctrica
del país, Chilca es considerado el corazón energético nacional. Pero en el
pequeño distrito se vienen desarrollando dos proyectos de parques industriales
que ya cuentan con la respectiva zonificación. Uno de ellos es el Centro
Industrial La Chutana, que se levanta sobre un terreno de 526 hectáreas, de las
cuales 224 son vendibles. Este centro se dividirá en 122 lotes, con dimensiones
que van de 2.500 a 150.000 m2. Parte del terreno se destinará al desarrollo de
una zona comercial, mientras que 227 hectáreas de cerros se mantendrían como
eriazos o se usarían para forestación. En este espacio industrial se alojarían
empresas como Z Aditivos y Precor.
Según representantes del
Centro Industrial La Chutana, para la fase de habilitación urbana se prevé una
inversión directa en infraestructura de US$35 millones, y los desembolsos de
las empresas que se instalen en el centro ascenderían a US$1.000 millones.
Hacia el lado del mar, en los
límites con el distrito de Pucusana, la empresa Indupark posee una extensión de
207 hectáreas para desarrollar un proyecto que generará lotes urbanos para uso
industrial en una primera etapa y proyectos de tipo residencial en una segunda
etapa, según consta en un documento presentado por la compañía la Municipalidad
Provincial de Cañete. A inicios de este año, la empresa de alimentos Alicorp
informó que había adquirido 300.000 m² de Indupark por un valor de US$22,5
millones. Entre otras empresas que estarán en este recinto se encuentra 3M, que
trasladará su centro de distribución de Chorrillos a Chilca. Otras serían
Pepsico y Todinno. Un tercer proyecto industrial en la zona será el del grupo
Ibárcena. Aún en trámites de zonificación, ha trascendido que este grupo tendría
275 hectáreas en el distrito.
La oferta residencial muestra
también dinamismo. Así, en la misma carretera se pueden ver los enormes
carteles de la inmobiliaria Los Portales, que ofrece cumplir el sueño de la
casa propia vía su proyecto residencial La Alameda Lima Sur. De hecho, esta
nueva oferta residencial está vinculada con las perspectivas económicas en la
zona. Al 2007, según el INEI, la población distrital era de 14.559 habitantes.
Pero de acuerdo con Flores, el movimiento económico actual viene generando el
crecimiento de la mano de obra temporal, así como oportunidades que están
disparando la población permanente del distrito.
¿PLANIFICACIÓN?
Frente a esta avalancha de
inversiones, consultamos al funcionario municipal sobre la planificación del
distrito. La respuesta fue que se venía trabajando en un plan de desarrollo
concertado, que estaría listo en el 2014. La pregunta es entonces, ¿cómo se
viene manejando el escenario actual? Misael Calagua, gerente de obras de la
Municipalidad Provincial de Cañete, señala que las municipalidades distritales
de la provincia (entre ellas Chilca), deben elaborar sus propuestas de
zonificación a través de un plan de desarrollo urbano que define las
zonificaciones del área de expansión urbana, proyectando también el enfoque
económico del distrito.
El municipio de Cañete debe
aprobar ese plan. “El problema es que Chilca no tiene aún un plan de desarrollo
urbano aprobado, que es el instrumento más importante de una gestión”, dice.
Calagua explica que la municipalidad provincial viene realizando, conforme a la
norma, los pedidos de incorporación de predios a la zona urbana, así como la
asignación de zonificación de terrenos para uso industrial. No cabe duda de que
es importante promover el desarrollo industrial, pero el caso de Chilca deja
entrever puntos débiles en el proceso: ausencia de planificación (nacional,
regional, local), falta de capacidades para enfrentar las demandas del nuevo
escenario, así como tediosos procesos administrativos. Esta situación puede
explicar la preocupación de parte de la población del distrito. Y es que si
bien con los nuevos proyectos, muchos ven posibles oportunidades económicas,
otros expresan también temores por posibles afectaciones a sus medios de vida.
Es el caso de una pobladora vinculada con el sector servicios, que prefirió no
identificarse. Ella señaló que temía que el distrito pierda su atractivo
turístico, al tener ahora enormes plantas industriales como vecinas. Además,
mostró su preocupación porque la disponibilidad y calidad de agua se deteriore.
EL PROBLEMA DEL AGUA
De hecho, la disponibilidad de
agua es uno de los mayores problemas de la zona y uno de los desafíos que
debería abordarse desde una planificación municipal articulada con diferentes
niveles de gobierno.
Las industrias apostadas en
Chilca se abastecen a través de un mix de alternativas: unas, vía los pozos con
los que ya contaban los terrenos, otras vienen invirtiendo en plantas
de-salinizadoras y hay otras que traen agua desde fuera del distrito. “El agua
es un obstáculo para el crecimiento del sector industrial en la zona. Una forma
de abastecerse es a través de pozos subterráneos, pero por la veda, no se
pueden perforar ni ampliar pozos”, dice Enrique Cabrera, presidente de CBRE
Perú.
Para Daniel Rubio, consultor
industrial de Colliers International, considerando los problemas de
disponibilidad del recurso, deberían promoverse diferentes soluciones
alternativas como plantas desalinizadoras y otras posibilidades.
La empresa Fénix Power ha
informado que invertirá US$4,5 millones en plantas de desalinización y
potabilización de agua. La central térmica producirá 2.500 m3 diarios de agua
potable, de los cuales 2.000 m3 se entregarán a las autoridades para ser
distribuidos a la población, durante toda la fase de operación de la compañía,
que se iniciará a finales de año.
Justamente esta planta,
ubicada a pocos metros del mar, es la que ha generado mayor preocupación entre
parte de los pobladores de Chilca. Raúl Ruiz, presidente de la Asociación de
Pescadores de Playa Yaya, señala que producto de la presencia de la
termoeléctrica, la pesca (artesanal) ya no es una actividad rentable para los
pescadores que forman parte de la asociación. “Las especies con las que
trabajábamos se han ido mar adentro y nuestra principal fuente de ingresos ha
sido perjudicada”, afirma.
LOS RETOS DE CHILCA
Las transformaciones que
enfrenta el pequeño distrito requieren un poco más de luz. Enrique Cabrera, de
CBRE, considera que el Gobierno debe cumplir un rol más activo para ordenar y
planificar el desarrollo industrial nacional, definiendo pautas generales, así
como polos de desarrollo industrial en zonas del norte, centro y sur del país.
Sobre este punto, Luis
Salazar, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, sostiene que en todo
desarrollo industrial deben estar bien definidos los espacios industriales,
comerciales y residenciales. En el caso de los parques industriales, indica que
así como deben contar con la zona industrial y los servicios necesarios, deben
planificar también un espacio de exclusión, rodeado de un área verde para que
la zona urbana no se ‘coma’ al parque industrial. “Cuando colisionan los
requisitos urbanos con los industriales, la industria, que es fuente de trabajo
directa de casi el 20% de la población del sector, normalmente termina siendo
expulsada”, advierte el líder gremial.
En definitiva, si se busca que
la generación de este nuevo polo industrial maximice beneficios y minimice
perjuicios, resulta urgente priorizar las medidas de planificación en el uso
del espacio y recursos.
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