LA AUTORIDAD QUE EL PUEBLO
OTORGA A UNA PERSONA ES PARA EJERCELA CON UNA VOCACION DE SERVICIO Y UNA VIDA
EJEMPLAR… Expresó Monseñor Frutos Berzal Robledo.
Durante su homilía en la misa
en honor al Señor de los Milagros del Distrito de Imperial – Cañete, saludo la
presencia de la Consejera Regional Liliana Torres
Tras recordar aquel proverbio
bíblico que dice que la expectativa
“natural” de un pueblo es que quien gobierna sea digno del cargo, monseñor
Frutos Berzal Robledo, recordó que quien ha sido elegido como autoridad debe
ejercer sus funciones con una actitud de servicio y una conducta ejemplar.
Durante su homilía en la Santa
Misa Dominical en honor al Señor de los Milagros del distrito de Imperial –
Cañete, el representante de la Iglesia Católica, tras elogiar la presencia de
la Consejera Regional Liliana Torres y su familia, acentuó que Jesús como líder
y maestro nunca usó de su posición para sacar provecho y beneficiarse así mismo
acumulando bienes y dinero.
“La autoridad ha sido elegida
para servir y no servirse”, continuó diciendo, tras agregar que la autoridad
que el pueblo otorga a una persona es para ejercerla con una vocación de
servicio y una vida ejemplar.
“Porque no sólo Dios, sino el
pueblo espera que sus autoridades sean “servidores públicos” de verdad,
respetuosos, honestos, justos, con autoridad moral para presidir una
institución, una ciudad o una nación”, concluyó. (Primera Línea)
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