Un nuevo prospecto político
surge en la Tierra de los HC y su carta de presentación es un C.V. impecable y
una trayectoria que muchos aspirantes ya desearían tener en estas lides. Se
trata de una mujer letrada que anhela llegar el sillón municipal y acabar con
el 'Negro Sistema' que mantiene a su pueblo sumido en el retraso y la
descomposición social (según su propio discurso).
Conocida por su labor
interventora desde que decidió integrarse al percudido y pestilente antro de la
política; labora como concejal en la comuna distrital Infernal, donde las
dádivas y las ofrendas enviadas desde la frontera para los desheredados y
menesterosos, se han convertido en el negocio redondo de los dos últimos
burgomaestres cuyos gobiernos municipales han sido catalogados como nefastos y
abundantes de escándalos y denuncias que los señalan como seres indolentes y
avaros que lucran con las necesidades y las desgracias ajenas. Curiosamente,
estos mezquinos negocian con la comunicación: uno paga para ser blindado; el
otro blinda para ser pagado.
Esa nueva figura que describo
a través de estas líneas es nada más y nada menos que Alondra Valiente Yáñez, a
quien los estúpidos y absurdos 'sondeos no técnicos y encuestas no oficiales'
(la nueva modalidad de algunas pirañitas de la comunicación) la han colocado
como una fuerte candidata y posible próxima gobernante del municipio distrital
infernal. Esos resultados (al mismo estilo que la Encuestadora PRIMA), emitidos
y difundidos en diferentes programillas de la prensa local, han ocasionado que
en las últimas semanas Alondra sea asediada y perseguida por ciertas alimañas
que deambulan por las calles con micrófono, filmadora y cámara fotográfica en
manos, las mismas que alquilan horarios en una u otra corporación
radiodifusora, que pretenden “sacarle un sencillo” y convertirla en su
auspiciadora oficial en esta época electorera.
Es una gran estratagema la de
estas pirañas asesinas: presentar o inventarse a nuevas figuras de la política
en esta precampaña electoral, promocionarlos a través de sus espacios
informativos como los nuevos rostros del gran cambio y luego lanzarse hacia
ellos, como depredadores a su presa, para ofrecerles sus servicios de
representación y publicidad a cambio de una jugosa cantidad de dinero.
Prohibido darles una respuesta negativa.
Alondra transitaba por el Jr.
Carmencita, rumbo al Municipio Distrital Infernal. Caminaba a pasos acelerados,
pues iba retrasada a una Sesión de Concejo muy importante (se debatirá sobre el
polémico tema de los donativos que se esfumaron). De pronto, se aparece Ílan
Huaraní Capetillo, un pirañita de la prensa de esta localidad, muy agitado y
desesperado por anunciarle algo a Alondra.
—Hola, Alondra, ¿Cómo estás?
Me han comentado que estás en los primeros lugares de las encuestas.
—Ílan, ¿qué tal? Así dicen,
pero tú sabes que esto recién empieza. Nada es seguro.
—¡Ni creas, Alondra! En mi
programa recibo muchas llamadas telefónicas que apoyan tu candidatura. Es por
eso que vine a proponerte trabajar juntos en tu campaña política. Para empezar,
pido S/.1500 nuevos soles mensuales. ¿Qué dices?
—Pucha, amigo, ahorita estoy
con la hora y, además, no creo que esté en condiciones de invertir en
publicidad. ¿Qué te parece si más tarde conversamos del tema? Quizás lleguemos
a un acuerdo.
—¡Mira Alondra, ahorita son S/.
1500 nuevos soles, pero más tarde ya no será la misma cantidad! Así que
piénsalo bien antes de decirme que no.
—¿Me parece o me estás
extorsionando? ¡Ten mucho cuidado con eso, Ílan! No olvides que soy abogada.
—Je, je, je. No, Alondra, no
lo tomes a mal. Sólo era una broma. ¡Descuida! Ya hablaremos luego. Me quito.
Chau.
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