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El Comercio detectó 23
carteles mal ubicados en la carretera a las playas. El 80% de empresas
sancionadas no paga las multas.
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Escribe Luis García Bendezú.
Circular por la Panamericana
Sur en verano es como ir a un centro comercial. Los paneles publicitarios
proliferan en esta temporada, especialmente entre Lima y Asia. La mayoría se
sostiene por postes de 15 metros de altura, otros tienen estructuras más
complejas y generan efectos visuales. Aunque la policía alerta que varios
anuncios están mal ubicados y distraen a los choferes, las autoridades no
enfatizan la fiscalización.
En los 100 primeros kilómetros
de la Panamericana Sur hay en total 311 paneles. El Comercio detectó esta
semana que al menos 23 de ellos no cumplen las normas que regulan la publicidad
exterior en Lima Metropolitana y que protegen los espacios restringidos (derecho
de vía) en la carretera.
El Ministerio de Transportes y
Comunicaciones (MTC) exige en la Panamericana Sur que los paneles se ubiquen,
al menos, a 9 metros del borde de la carretera. Este Diario encontró diez
carteles instalados demasiado cerca de la vía. El caso más crítico es el de un
panel en el kilómetro 59, en Chilca. Esta estructura está a dos metros de la
pista y es protegida por un muro.
Cerca de Asia, entre los
kilómetros 93 y 94 de la Panamericana Sur, hay cuatro paneles consecutivos de
la empresa Petty Publicidad que se encuentran a menos de 8 metros de la
autopista. Uno de estos invade el espacio aéreo de la carretera y los vehículos
pasan debajo de él.
Las empresas Alac Outdoor,
Latin American Outdoor y Punto Visual también tenían paneles mal ubicados en la
carretera.
El gerente general de Petty
Publicidad, Aldo Sangiacomo, dijo a este Diario que todos sus paneles han sido
autorizados por los municipios respectivos. “Procederemos a hacer el contacto
[con el MTC] para estar acorde a su legislación”, agregó.
*NORMAS QUE NADIE CUMPLE*
La Municipalidad de Lima
cuenta con la Ordenanza 1094, que, entre otros puntos, reglamenta la distancia
entre paneles y prohíbe la invasión de la superficie y el espacio aéreo de las
pistas.
El MTC tiene un decreto
supremo que sanciona con S/.3.700 la instalación de avisos publicitarios en el
derecho de vía de las carreteras. Este es un espacio restringido que solo puede
ser usado para señalización vial y no para publicidad.
“Además, tenemos una
resolución que nos permite retirar los paneles invasores sin previo aviso”,
añade Violeta Reyna, especialista del MTC.
En la práctica, es poco lo que
han hecho estas autoridades por los paneles publicitarios.
La Gerencia de Fiscalización y
Control de la Municipalidad de Lima informó que entre julio del 2013 y el
último viernes impuso 213 multas a empresas de publicidad por instalar carteles
sin autorización o por incumplir las normas de la Ordenanza 1094.
“Cada multa es por S/.1.850.
El 80% de ellas fue impugnado. Las
empresas inician acciones contenciosas para evitar las sanciones. Este año
buscaremos elevar las multas hasta las 10 UIT y promulgar una nueva normativa
para sancionar también a los anunciantes”, señaló un vocero de la gerencia.
En octubre del 2013 Provías,
organismo dependiente del MTC, detectó 12 paneles que infringían sus normas en
la Panamericana Sur. Hasta la fecha, no ha removido las estructuras ni
sancionado a las empresas. De los infractores, solo uno accedió a desmontar su panel.
“Nos estamos preparando para
intervenir de manera masiva. Este año iniciaremos la recuperación del derecho
de vía [en la Panamericana Sur]”, aseguró esta semana Raúl Torres, director
ejecutivo de Provías.
Pedro Cabrera, jefe del
departamento de Derecho de Vías de Provías, señala que remover a la fuerza los
paneles publicitarios puede acarrear juicios al MTC debido a que varios son
autorizados por los municipios distritales. El Concejo de Asia, por ejemplo,
recibe unos S/.100 mil al año por permitir la instalación de paneles.
“Queremos evitar los juicios.
Por eso, siempre usamos medidas preventivas [como notificar a las empresas]”,
dice Cabrera.
En el 2008, El Comercio
denunció que los carteles de la Panamericana Sur ponían en riesgo a los
choferes. Por lo visto, las promesas de una fiscalización efectiva quedaron en
el olvido.
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