Escribe Iván Reyna Ramos.
Son más de 60 especies de aves
que se han identificado en todos los rincones de Asia. Una caminata de sol a
sol con los reconocidos especialistas Pablo Merino y Alejandro Tello es
realmente excepcional. Por ejemplo, sólo en la isla guanera se han
contabilizado 105 mil aves. Y entre los plumíferos más distinguidos se puede
ver al Marisquero (Cinclodes taczanowskii), encontrado entre los roquedales de
El Rincón, valioso reporte por ser una de las especies endémicas del Perú.
Un dato interesante a tener en
cuenta es que por esta época, es posible ver en la playa de Sarapampa al Chorlo
Ártico (Pluvialis squatarola), un ave que al año recorre más de 25 mil
kilómetros, desde la región subártica de Norteamérica hasta la Patagonia y
viceversa, pues marca todo un récord entre las aves migratorias.
Y si recorremos el valle, es
común ver al Turtupilín (Pyrocephalus rubinus) reconocido por su encendido
color rojo en el pecho y que los asianos lo conocen como Putilla. Vaya usted a
saber por qué. Igualmente es posible observar a las tres especies de colibríes:
el Amazilia costeña (Amazilia amazilia), el Picaflor de cola ahorquillada (Rhodopis
vesper) y el Picaflor de cora (Thaumastura cora).
Al caer la tarde es fácil
toparse con el vuelo del Chotacabras trinador (Chordeiles acutipennis) conocida
localmente como la Gallinita ciega.
Y si va por las lomas asianas,
con muy buena suerte se encuentra con el Puco puco menor (Thinocorus
rumicivorus) que se le reconoce por sus vuelos nupciales.
El avistamiento de aves es una
actividad ecoturística que crece cada día en el mundo y se le conoce como
birdwatching.
Las imágenes, en su mayoría,
son de mi buen amigo Alejandro Tello, fotógrafo de naturaleza.
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