RESPONSABILIZAR
A OTROS POR TUS PROPIOS ERRORES.
Escribe Vladimir
Alexander Rojas Hinostroza.
Es una
insensatez sostener que los jurados electorales especiales afectan la
democracia por hacer su labor que no es otra que verificar que las listas
partidarias cumplan con los requisitos exigidos por Ley.
Si
tuviéramos políticos de nivel, pensarían al revés, si los jurados electorales
no hiciesen su trabajo, estarían afectando la institucionalidad y democracia,
pero eso no está pasando.
Lo que viene
ocurriendo es algo sencillo: Que la práctica de hacer política en distritos,
provincias y regiones es aún precario y débil. Quienes afectan la democracia
son los propios candidatos con sus improvisaciones de último minuto y el
desconocimiento de las reglas del juego partidario.
Los
ciudadanos observan como muchos personajes han cambiado de camiseta en pocas
horas, o se presentan en otras tiendas políticas con las que no participaron en
las elecciones del 2010. No existe identidad partidaria, no existe ideario, no
existe organización, lo único que importa es llegar al poder; esa es la
práctica que debe ser reprimida y rechazada.
Si las
primeras críticas de los candidatos al sistema electoral se centran en
responsabilizar a terceros de sus propios errores, la población estará
condenada a falsas propuestas que ni siquiera existan. Esperemos que los medios
de comunicación no caigan en dicho error, y nos ayuden a elevar el debate.
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