El director del Programa de
Sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, advirtió
que la mayoría de las autoridades regionales y municipales del país dejan de
lado la planificación en la gestión de riesgos de desastres, actuando casi
siempre de manera reactiva, es decir, cuando ocurre la emergencia.
Manifestó que a pesar de que
entes técnicos como la Dirección Nacional de Hidrografía de la Marina, Indeci y
el propio IGP cumplen con perfeccionar el sistema de alerta temprana y mejorar
la información en caso de sismos y tsunamis, los funcionarios que toman
decisiones no hacen lo mismo para enfrentar los desastres naturales.
"Como técnico me siento
muy decepcionado porque las autoridades regionales y municipales no utilizan la
información que elaboramos para diseñar sus planes de gestión de riesgos en
caso se presente un sismo o tsunami en el país", comentó a la agencia
Andina.
El sismólogo contó, por
ejemplo, que el proyecto de zonificación de suelos que se presentó en las
provincias norteñas de Lima, como Huarmey, Huacho y Barranca, sólo causó
interés en el alcalde de esta última. Un problema, agregó, pues la información
de ese estudio permite a las autoridades ediles ubicar zonas que pueden ser
urbanizadas.
"Es una bomba de tiempo
que las autoridades regionales y municipales no le den la importancia a la
información que elaboramos y no la usen para proponer acciones y actividades de
emergencia. La población tiene que exigirles proyectos de gestión de riesgos.
Los vecinos tienen derecho a conocer cómo es el terreno donde construirán su
casa, y los turistas, qué lugares pueden visitar", indicó.
Tavera Huarache recordó que el
IGP, Indeci y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
elaboraron un estudio el 2010 sobre la calidad de suelos en Lima Metropolitana
y Callao.
Ese estudio, denominado
Sistema de Información para Atención de Emergencias (Sirad), es una base de
datos para que los alcaldes distritales y provinciales localicen recursos
esenciales para responder y recuperarse de forma temprana ante la eventualidad
de un sismo o tsumami.
"Es una cartografía de
lugares que sirven para una gestión de riesgos eficiente. Toma en cuenta
recursos que abarcan 10 campos de emergencia: centros de decisión,
abastecimiento de agua, alimentos, atención médica de emergencia, áreas potenciales
para albergues, económicas, hasta escombreras. Pero no las usan. No sé que
esperan", expresó.
De acuerdo a estudios que
realiza el IGP en la costa central del Perú, desde Chimbote hasta San Vicente
de Cañete se espera que ocurra un sismo de gran magnitud, porque en esa zona
está acumulándose energía que generará un gran movimiento telúrico cuando se
libere.
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