En el Centro Poblado La Florida de Nuevo Imperial en Cañete, la historia de dos madres empieza imperturbablemente a las cuatro de la madrugada. La razón: velar por sus hijos ante la pobreza extrema.
Por Iván Reyna Ramos.
No es un día
cualquiera. Nunca es un día cualquiera. Levantarse todos los días antes de que
cante el gallo no es para muchos un horario común. Sin embargo, para Diana
Vicente Pallano y Ángela Cortez De La Cruz, dos madres de familia del centro
poblado La Florida del distrito de Nuevo Imperial en Cañete, la rutina dejó de
ser un sacrificio y se convirtió en una imperiosa responsabilidad. A las cuatro
de la madrugada hay movimiento en la cocina, preparan –cada una en sus
respectivos hogares- desayuno y almuerzo a la vez. Ellas saben que no
regresarán a casa cuando el día empiece a expirar.
Ambas madres
–de lunes a viernes- pasan a las 8 de la mañana por el Cunita Micaela de su
pueblo para dejar a sus niños. Diana se despide con un fuerte abrazo de Kaory.
Igualmente Ángela lo hace con Carlitos. Muchas veces hay sonrisas porque saben
que en el Cuna Más sus hijos están cien por ciento seguros. Sin embargo, algunas
veces las madres dejan caer algunas lágrimas, no es para menos desprenderse de
sus hijos por unas ocho horas. Una madre, es una madre.
210 SOLES
SEMANALES
Después de
dejar a sus hijos en el Cunita Micaela, a Diana y a Ángela la esperan en la
empresa AVSA en la cual trabajan. Desde algún punto de la ciudad lo recogen en
bus y lo trasladan a los fundos agrícolas. El trabajo en la chacra les ha
marcado con sudor y lágrimas. Las huellas en sus rostros y en sus manos hablan
de la rudeza de ser un campesino a tiempo completo. Algunas veces su trabajo
consiste en cosechar mandarinas y otras holantao. Esta vez las encontramos a
unos 20 kilómetros lejos de su hogar, en los predios de Playa Hermosa, cerca
del mar de Clarita en San Vicente de Cañete, en plena cosecha de holantao,
aquellas alverjitas que nunca faltan en las comidas chinas.
Diana Vicente
tiene 26 años de edad, está casada con Jesús Zúñiga Guerra quien también tiene
su misma edad. Ella por su trabajo gana 210 soles semanales, mientras su esposo
como ayudante de construcción recibe 400 soles a la semana. Es la forma como
sostienen económicamente su hogar y a Kaory, su única hija.
Ángela Cortez
tiene 25 años de edad, es madre soltera, tiene dos hijos, el mayor es Armando
de cinco años quien ya pasó por los ambientes del Cuna Más y Carlos Gerardo de
un año y nueve meses que sí asiste a Cunita Micaela. La vida de Ángela, marcada
por la escasez de recursos económicos, al igual que Diana, por el mismo trabajo
de cosechar holantao recibe 210 soles semanales. Es lo único que le ha dado la
vida para salir adelante, sostiene.
NIÑOS ALEGRES
Sólo en el
Cunita Micaela del centro poblado La Florida se atienden a 72 niños. Pero en
otro extremo se ubica el centro poblado Augusto B. Leguía y allí se asiste a
otros 24 niños. Esto quiere decir que sólo en el distrito de Nuevo Imperial, el
Programa Nacional Cuna Más abarca a 96 niños menores de tres años de edad.
En el caso de
Cunita Micaela, tanto Carlitos como Kaory y sus demás 70 compañeritos, cantan,
bailan, pintan, dibujan, escuchan cuentos, juegan, se alimentan. Tienen
horarios establecidos que le van dando disciplina y personalidad. Tienen un
terreno de 1,300 metros cedidos por la municipalidad de Nuevo Imperial, de los
cuales son 450 metros construidos que le permiten a los niños ocupar cinco
ambientes como las salas de bebé, de gateadores, de caminantes y de
exploradores. Entre otras cosas, les enseñan a lavarse las manos, a usar
debidamente los servicios higiénicos. El tema de la salud es un aspecto
importante en este trabajo, señala Estela Milagros Peves Paredes, Coordinadora
de Servicio de Cuidado Diurno.
Sí que la
dedicación es excepcional. Se ve en la sonrisa de los niños. En sus miradas.
Nunca están solos. Es apreciable la calidad de vida. Como dice Diana Vicente:
“Mi Kaory tiene todo en el Cuna Más, lo que no puede tener en mi casa”. Y en
esa misma línea agrega Ángela Cortez: “A mi hijo le han enseñado a pintar,
dibujar, comer solo”. Es que en este trabajo de formación humana hay 12
personas, todas mujeres, algunas madres de familias, pero todas del mismo
centro poblado La Florida, quienes tienen la misión de dedicarles exclusiva
atención a los niños, al igual que dos socias de cocina, las encargadas de
preparar los alimentos y distribuir las raciones a los menores. Todo puntual y
ordenado.
COMBATIR LA
ANEMIA
El Estado
invierte por cada niño de La Florida dos soles con diez céntimos al día. Esto
es en refrigerio de media mañana, almuerzo y refrigerio de media tarde. Los
niños tienen una programación mensual del menú que recibirán diariamente. El
Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) -impulsor del Programa Cuna
Más- cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud (MINSA) que le facilita unos
sobres alimenticios llamados multinutrientes (o micronutrientes en polvo) para
que los padres de familia refuercen la dieta de sus hijos.
Es así como
las mamás, al dejar en las mañanas a sus niños en el Cunita Micaela, entregan a
la cuidadora el infaltable micronutriente. Los sábados y domingos son los papás
los encargados de administrar el sobre que contiene vitaminas A y C, hierro,
zinc, ácido fólico. La idea del Estado a través de este programa es combatir la
anemia infantil en el Perú. Y no es para menos, el 50 por ciento de nuestra
población padece de anemia.
Cuando los
relojes marcan las 4 de la tarde, Diana y Ángela abandonan sus trabajos del
campo y se enrumban –casi a la velocidad de un rayo- a Cunita Micaela. Allí los
esperan Kaory y Carlitos. El reencuentro con sus hijos siempre es emocionante.
Esa tarde todos vuelven a casa. En realidad son 72 historias que se escriben
con los mismos colores de la realidad. Un sueño, una esperanza, una vida mejor.
Nuestros hijos son nuestra única esperanza.
CUNA MÁS EN
CAÑETE
Son 45 Cuna
Más que se dan en locales comunales y 25 en hogares familiares. A nivel de la
provincia se han implementado en 10 de los 16 distritos. Así, el programa
social se encuentra en Imperial, San Vicente, Quilmaná, Mala, Nuevo Imperial,
San Luis, Coayllo, Zúñiga, Pacarán y Cerro Azul. Próximamente se extenderá en
Chilca, otro comité en Cerro Azul y también en Asia.
¿QUÉ ES CUNA
MÁS ?
Es un
Programa Nacional a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social
(MIDIS), cuyo objetivo es mejorar el desarrollo infantil de niñas y niños
menores de 3 años de edad en zonas de pobreza y pobreza extrema, para superar
las brechas en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional. Hasta la
fecha se han implementado en 331 distritos de zonas urbanas y rurales del Perú.
(Rumbos del
Perú/Juvroh/Actualidad Cañetana/Al Rojo Vivo/27-10-2014)
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