HEREDERO DE LA TRADICIÓN NEGRA E HIJO
MUSICAL DE CHABUCA GRANDA, 'CAITRO' SOTO FUE ZAPATEADOR, CANTANTE Y GRAN
CAJONERO.
En la generosa San Luis de Cañete,
tierra que da, arde y hace danzar, nace Pedro Carlos ‘Caitro’ Soto de la Colina,
un 23 de octubre de 1934. Huérfano de padre a los 7 años, su madre fue
Benedicta de la Colina, mujer pequeña, robusta y decidida que se enfrentó a los
hacendados y se convirtió en una inquebrantable líder del campesinado sureño.
En Cañete,
junto a sus siete hermanos, aprendería a trabajar de la tierra, como apañar
algodón, sembrar arroz y ‘a sacá’ camote con el pie’ –como dice la canción–. El
pequeño ‘Caitro’ conoce allí al corazón de la tierra y aprende a escuchar los
repiques del cajón, la voz quebrada del violín y el zapateo.
“La música
negra, por lo general, se hacía en las casas. La bailaban los adultos, mis
tíos, mi mamá. Yo me escondía debajo de los muebles para mirar y aprender.
Después practicaba solo. Los adultos no me permitían ver: eran muy celosos y
egoístas". ‘Caitro’ se llenaría de ese espíritu antiguo que le permitía
guapear desde lo profundo y hacer cantar el cajón con las manos enteras y
posesas.
(El Comercio/Actualidad Cañetana/Al Rojo Vivo/23-10-2014)
(El Comercio/Actualidad Cañetana/Al Rojo Vivo/23-10-2014)
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