Chepita era la hermana del sabio
Hipólito Unanue, una Terciaria de la Orden de las Dominicas que vivía rezando
hasta caer en trance y desvanecerse a los pies del Cristo Crucificado.
Chepita poseía facultades realmente
asombrosas. Una tarde de 1814 se encontraba orando en su dormitorio cuando se
le acercó una presencia y escuchó una voz amiga llamándola por su nombre:
¡Chepita! ¡Chepita! Al voltear, desde el otro lado de los cristales vio sonreír
a Agustín de Landáburu y Belzunce que se encontraba en Londres. Después se supo
la triste noticia de que Agustín había muerto el mismo día en que Chepita lo
había visto.
Como se sabe, Hipólito Unanue se hizo
rico gracias a su amigo Agustín de Landáburu, quien antes de partir a Europa,
el 20 de diciembre de 1799, hizo testamento dejando todos sus bienes a tres
personas: a su tío Juan José Belzunce; a Hipólito Unanue como su mejor amigo; y
a Matías Larreta también amigo suyo.
(Ivan Reyna Ramos/#Actualidadcañetana #Cañete / Juvroh/Actualidad
Cañetana/Al Rojo Vivo/2-01-2015)
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