Escribe Wilfredo Huanachin.
whuanachin@diariogestion.com.pe
La fuerte presión inmobiliaria en
ciudades cercanas a cultivos de cítricos está generando que la hectárea vaya
aumentando su valor. Este es el caso de la mandarina, en lo que corresponde al
norte y sur chico de Lima.
“Si se compra en Huaral, Santa Rosa
(Sayán) o Cañete son hectáreas relativamente caras, que pueden costar unos US$
50,000”, explicó el gerente general de la Asociación de Productores de Cítricos
del Perú (ProCitrus), Sergio del Castillo.
Esta tendencia se estaría presentando
en áreas agrícolas muy cercanas a las zonas urbanas y, debido al crecimiento
constructor, motivaría a los agricultores a vender sus tierras dedicadas a este
tipo de cítrico, dijo.
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