A dos semanas del LXV Premio
Presidente de la República, Luis Alayza Freundt anhela subir al podio, continuar
participando en las carreras automovilísticas y prepararse para uno de los
rally que viene esperando con gran expectativa: Caminos del Inca. El joven
piloto explica cómo nació la pasión que siente por los fierros y el ejemplo que
ha cosechado de su familia.
¿Cómo se inició en esta disciplina?
A través de mi padre “Luchón” Alayza
que corría desde antes de que yo naciera. Si él hubiera sido tenista o se
hubiera dedicado a otra profesión, mi destino sería distinto. El automovilismo
es una disciplina que se transmite generacionalmente.
¿Qué recuerda de sus primeras
experiencias con los autos?
Aprendí a manejar con un tractor que
teníamos en nuestra chacra de Cañete. Cuando era niño, mi papá me llevaba a los
karts de alquiler en la Costa Verde. A los 16 años me convertí en su copiloto,
recuerdo que fue una experiencia sensacional. En realidad, en todo momento
recibí su apoyo y el de mi familia. Por eso estoy muy agradecido con ellos.
A pocos días de desarrollarse el
Premio Presidente de la República, ¿cuál es su expectativa?
Estar en el podio, ganar la
competencia y que me sirva como entrenamiento para mi mayor objetivo de este
año.
¿Cuál es ese objetivo?
Todos los años me trazo una meta
nueva. Para el 2015 proyecto repetir la hazaña de los tres últimos años en
Caminos del Inca y lograr mi cuarta victoria consecutiva. Es una competencia
bastante complicada, ya que el auto hace mucho esfuerzo. A eso le sumo el
agotamiento mental y las indicaciones del copiloto durante el recorrido. Se
requiere de mucha concentración.
¿Cómo se prepara para esta
competencia?
No desarrollo un entrenamiento físico,
tampoco me dedico a practicar con el auto todas las semanas porque no es lo
ideal, pues se requiere mucho dinero, en especial para el mantenimiento.
Afortunadamente, participo con frecuencia en las competencias que se organizan
en el país, por lo menos una vez o dos veces al mes. Eso me sirve como
preparación.
¿Qué rutina sigue antes de la
competencia?
Un día antes de la jornada hago la
hoja de ruta con la ayuda de mi copiloto. Anteriormente, la función de esta
persona se remitía solo al aspecto mecánico en caso hubiera un desperfecto con
la máquina. Ahora es diferente. El copiloto es de gran ayuda, pues me dicta el
recorrido. La velocidad a la que puedo llegar, me indica las curvas y otras
características del terreno.
¿Ha pensado participar en un torneo en
el extranjero?
Sería una gran experiencia, pero el
presupuesto es elevado. Gracias a mis auspiciadores puedo solventar los gastos
que se requieren para las temporadas de competiciones en Perú. Ahora tengo que
demostrarles mis logros para que apuesten por mí. Eso es lo que he venido
haciendo en los últimos años con mis victorias.
Menciona que el automovilismo es una
profesión costosa, ¿cómo hace para solventarse económicamente?
En Cañete tengo un negocio familiar de
exportación de mandarinas. Trabajo ahí para cubrir mis gastos, pero lo más
importante es que me da tiempo para participar en los torneos. Creo que los
pilotos tenemos un trabajo adicional al automovilismo, lo ideal es que no sea
así, sino una actividad rentable.
¿Entonces se dedicó a la exportación y
dejó de lado la comunicación?
No me alejé de mi profesión después de
haber sido conductor del programa “Arte y Performance” en RBC y comentarista en
CMD. La desempeño en el negocio familiar y en mi vida
como piloto desde el lado del marketing o el audiovisual.
Equipo. Alayza, al igual que otros
reconocidos pilotos como Raúl Orlandini, Verónica Peyón, José Luis Tommasini y
Ernesto Peyón, también forma parte del Etna Racing.
Comentarios