La Corporación Financiera
Internacional (IFC) del Banco Mundial tiene como misión brindar apoyo económico
a proyectos del sector privado que mejoren la calidad de vida y combatan
Si analizamos los proyectos de
capital privado extranjero (el 60% restante), encontraremos una marcada
preferencia de la IFC por la intervención en actividades del sector extractivo
o energético. Dentro de este grupo destacan los 300 millones de dólares
otorgados por el brazo del Banco Mundial para el desarrollo de Pampa Melchorita
en Cañete (Lima), la primera planta de licuefacción de gas natural de
Sudamérica. El proyecto estuvo a cargo del consorcio Perú LNG, conformado por
Hunt Oil Company (EE.UU.), Shell (Holanda), SK Energy (Corea del Sur) y
Marubeni Corporation (Japón).
También resulta importante la
inversion por 85 millones de dólares en la Central Hidroeléctrica de Cheves,
ubicada entre Oyón y Huara (Lima), proyecto a cargo de la empresa noruega
Statkraft; y el préstamo por 75 millones de dólares para la ampliación y
modernización del muelle norte del Puerto del Callao, tarea en la cual están
involucradas las empresas holandesas APM Terminals BV y Terminal Investment
Limited, junto con la peruana Central Portuaria.
La compañía Agro Industrial
Paramonga está en el cuarto puesto de los financiados por la IFC, al haber
recibido 45 millones de dólares para la rehabilitación de la planta azucarera
localizada en la provincia de Barranca (Lima) en 1997. Formada a inicios de los
‘70 como una cooperativa agraria, en 1994 transformó su modelo empresarial al
de una sociedad de accionistas. Dos años después fue adquirida por Río
Pativilca, empresa administradora de negocios agrícolas de la Corporación Wong.
Tras la venta de su cadena de supermercados a la chilena Censosud, el holding
pasó a llamarse Corporación EW, con actividad en concesiones forestales,
generación de electricidad, procesamiento y enlatado de anchoas, entre otros
negocios.
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