De lejos y con una distancia
abismal de trabajo destaco la regidora provincial María Luisa Fernández Vivanco
en la municipalidad provincial de cañete.
En las sesiones de consejo, demostró
en sus intervenciones el criterio y tino para exponer, pedir y requerir lo
necesario para su labor como autoridad.
Siempre puso las “ies” en
temas coyunturales donde mantuvo serenidad y hablo fuerte cuando lo amerito. Puso
el dedo en la gerencia de Desarrollo Social, la comisión de fiestas de la Semana
De Cañete tampoco escapo a su rol fiscalizador al igual que la creación del Centro
Poblado El Trébol Del Pacifico.
Mención honrosa, al regidor
Carlos Faustino que con su juventud apuntalo duro a la gerencia de rentas. Pero,
falto más dirección en su labor, se ahogo en ser protagonista de ayuda social nada más.
Mención honrosa, al regidor de
imperial, cesar Huapaya que solo en su lucha cumplió su chamba pero le faltó
apoyo de sus colegas; no basta con ir a los medios y hacer escándalos.
De los demás regidores, ni hablo,
porque muchos de ellos decepcionaron más por sus silencios y otros que ni hablaron
en sesión de consejo y menos con la prensa.
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