Pasada las 3:00 a.m., una
bronca se desata entre jóvenes que beben alcohol en las instalaciones del
Boulevard de Asia. La escena es usual en las noches de fin de semana de
verano.(Paul Vallejos / El Comercio)
Escribe Miguel Neyra.
Redactor.
En Cañete, a la altura del km
97,5 de la Panamericana Sur, se sitúa el Boulevard de Asia. Los 60 mil
visitantes que llegan al balneario cada fin de semana buscan en sus bares,
restaurantes y discotecas un buen momento.
Luego del incendio en el
supermercado Wong, El Comercio recorrió el fin de semana pasado las
instalaciones del centro comercial. Aunque la mayoría de sus locales no lucía
abarrotados, se pudo observar, como en anteriores veranos, que la ingesta de
alcohol es común en los pasajes del recinto y que la fiscalización, por parte
de autoridades y administradores del lugar, escasea.
ALCOHOL Y BRONCA
Poco después de las 3:00 a.m.
del sábado 23 de enero, en la zona norte del Boulevard de Asia, una decena de
jóvenes –la mayoría ebrios en apariencia– arrancó una bronca. En pocos minutos,
la gresca suma participantes. La seguridad privada intenta separarlos, entre
insultos y empujones. Lo logra, pero nadie es detenido ni retirado. La tensión
y la eventual reanudación de la pelea permanecen en el lugar.
Luis Byrne, gerente de Proyectos
y Operaciones del Boulevard de Asia, explicó a este Diario que fiscalizar el
consumo de alcohol en el recinto se ha complicado, en comparación con el verano
pasado, cuando contaban con apoyo de la policía. La eliminación del 24x24
impide contratar agentes para dar seguridad.
“Venir con alcohol está
prohibido, pero no podemos revisar los autos que ingresan. Ahí se introducen
las bebidas. Tomar en los pasadizos también está prohibido. Cuando lo
advertimos, nuestros agentes se acercan y piden a los bebedores que dejen de
hacerlo. Al darse la vuelta nuestros vigilantes, continúa la borrachera. La
actual legislación nos tiene atados de manos. Si prohibimos la entrada a
alguien, nos denuncian por discriminación. Y si intervenimos a alguien, nos
denuncian por tocamientos”, afirmó Byrne.
El coronel PNP Sergio Muñoz,
jefe de la División Policial de Cañete, informó a El Comercio que la comisaría,
a unos 5 km del Boulevard de Asia, solo cuenta con 22 agentes para todo el
distrito, de 9.321 habitantes, lo que afecta el resguardo del centro comercial.
Luego de que este Diario le preguntó sobre el déficit de seguridad en el lugar,
añadió que recién esta semana se iniciarán las operaciones en la zona.
“Observaremos qué está pasando en el recinto. Esperamos que sus administradores
no nos pongan trabas. Pediremos documentos y si encontramos a algún menor de
edad, coordinaremos con la fiscalía de familia para entregarlo a sus padres”,
afirmó.
El jefe policial confirmó que
se gestiona la llegada de agentes del grupo Terna para detectar venta de drogas
y de alcohol a menores de edad.
A pesar de la agitación
observada en las noches, desde el inicio de temporada de verano, la comisaría
de Asia no ha recibido denuncias de usuarios. “Sí tenemos casos de pruebas
positivas de alcoholemia. Cinco dieron positivo la semana pasada”, aseveró Muñoz.
TUMULTO SIN SALIDA
El control del aforo de las
discotecas y bares tampoco depende del Boulevard de Asia. Según Byrne, son los
dueños de los lugares y la comuna los que tienen competencia para esta labor.
Leonardo Verástegui, gerente de Fiscalización de Asia, explicó que tras el
incendio de Wong, los administradores del recinto dejan que la comuna haga más
inspecciones en sus locales. “Hemos encontrado que están cumpliendo la
normativa”, dijo.
El Comercio ingresó a la
discoteca Mara, en el Boulevard de Asia. En el local no había letreros sobre su
capacidad máxima y la visibilidad de sus señales de salida era escasa. Una de
estas señales conducía a una pared. “Haremos otra inspección más en detalle”,
replicó Verástegui tras describirle la escena. (El Comercio)
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