El
escritor peruano Enrique Verástegui ha demostrado ser artífice de los más
destacados poemas de la literatura nacional. Desde sus orígenes, el poeta
combina lo clásico con la cultura popular, versos que han quedado
inmortalizados en sus obras. El columnista de esta casa editora nos abrió la
puerta de su casa para conversar sobre su relación con la poesía, la
importancia del movimiento ‘Hora Zero’ y su percepción de la muerte.
–Maestro, ¿qué siente al terminar un poema?
Tranquilidad,
escribir un poema es un ejercicio más, no solo de la mente, sino también del
cuerpo. Y al terminar de hacerlo siento felicidad por transmitir el pensamiento
que yo me había propuesto. La poesía puede ser definida de modo individual o
colectivo, hay miles de millones de personas en el planeta y cada uno de ellos
tiene una definición distinta.
–¿La
Lima moderna lo inspira a escribir poesía?
La
ciudad es un lugar donde trascurre la vida de una persona. Si Lima no inspira
al poeta, lo hará la provincia, aunque se vea convalidada por el trabajo mismo
de la mano sobre la computadora. Lo importante es trabajar por la palabra
perfecta, esa que sea compatible con la visión del poeta.
–¿A qué poetas admira?
Admiro
a todos, peruanos y extranjeros, de todos los sectores y todas las edades. Soy
un lector de poesía y no me canso de hacerlo porque me agrada, tanto como la
novela. Hay jóvenes que deciden hacer novelas, aunque vivan en el pueblo de
nadie, pero tienen a un maestro luminoso como Mario Vargas Llosa; si lo toman
como referente, esos jóvenes podrán escribir buenas novelas.
–¿Cuántos libros tiene en su biblioteca de
Cañete?
Cerca
de 10 mil libros, mi madre me dijo que podía leer todos excepto las obras de
José María Vargas Vila y le hice caso, porque era un escritor no tan bueno. Por
ejemplo, una de las reliquias que tenía nuestra biblioteca era la edición
príncipe de ‘Los siete ensayos’ de Mariátegui. Sin embargo, después del
terremoto de 2007, tuvimos que reconstruir la casona, y ahora los libros están
guardados en un lugar secreto.
–¿Qué significó Hora Zero para la literatura
peruana?
Significó
un momento de cambio y renovación, y fue certera en la medida en que se
poetizaba la catástrofe. Las voces múltiples de César Vallejo, Abraham
Valdelomar y José Carlos Mariátegui fueron retocadas por Hora Zero a través de
sus escritos y de los personajes que configuran sus poemas.
Hora
Zero y el Centro de Lima
“Los
bares son lugares para estar, incluso para escribir poesía, y no necesariamente
para tomar licor. Mis amigos de Hora Zero y yo íbamos al Palermo para conversar
sobre poesía, en torno de una cremolada, café o té. Sin embargo, con los años y
en diferentes momentos de nuestra vida, hemos probado el licor con la finalidad
de saborear, en la lengua, el rico sabor del pisco o chilcano, que me encantan
y nos hacen felices”, dice el poeta Verástegui.
¿Cómo quisiera ser recordado?
“Como
un joven que dio la vida por la poesía y las matemáticas, y que espera ser
recibido por San Pedro”. (Escrito
por Geraldo Capillo)
Pasa
la Voz, Llámanos al 943468308 o al 722-0567, Ahora Escúchanos en “Al Rojo Vivo”
de lunes a viernes de 9 a 12 a.m. por los 107.1 de Radio Activa en cañete o por
el siguiente enlace: http://activatv33.com/radio-en-vivo/
Comentarios