Esta
es otra denuncia de ciudadanos que recurrieron a las dizque ONG de derechos
humanos y supuestas asociaciones “fiscalizadoras” de la administración de
justicia, del tipo IDL, pero que nunca fueron atendidos porque a estas solo les
anima casos donde pueden sacar réditos ideológicos, políticos o económicos.
El
caso fue documentado con sigilo por periodistas veraces como José Briceño, en
su programa “Hora Seis” que trasmite la Federación de Periodistas del Perú,
destapándose no solo la indiferencia del IDL sino también la épica batalla de
Delia Gonzales Salas de Lescano y su esposo Justo Lescano, aconteciendo que
ella en largos años de litigio contra las mafias de terrenos en Chilca agravó
su salud con un cáncer que actúa como aliado de la inoperancia del Colegio de
Notarios de Lima, la Fiscalía y el Poder Judicial.
La
denuncia de respetables ciudadanos y de “Hora Seis” señala ante la opinión
pública una escandalosa confabulación de la familia Arias Malázquez con uno de
sus familiares que es fiscal provincial con el objetivo de despojar a Delia
Gonzales Salas de Lescano y a su esposo Justo Lescano de su predio denominado
El Pocito, ubicado en el distrito de Chilca, y que lo poseían desde el 2 de
noviembre de 1968.
Para
esto los imputados habrían “fabricado” una minuta con fecha 15 de diciembre de
1994, es decir, más de 25 años después de que Justo Lescano y su esposa Delia
recibieran el terreno, y también se habría “fabricado” la Escritura N° 451 con
fecha 30 de diciembre de 1994. En el camino se festinó una serie de documentos
en notarías y en la Sunarp para inscribir el terreno a nombre de las hijas del
matrimonio Arias Malásquez.
Pero,
según los denunciantes, el tema se agrava cuando los usurpadores de inmediato
realizaron la venta del predio a una inmobiliaria, cuyo representante de apellido
Ackerman incluso no podía firmar el contrato de compra-venta al haber estado
supuestamente fuera del país. Asimismo, la documentación sustentatoria de los
denunciantes demostraría la festinación de papeles por parte de la gerencia de
rentas del municipio de Chilca y la Notaría Banda, hasta que unos matones
ingresaron al predio el 28 de junio del 2012 con el objetivo de expulsar a los
Lescano.
Lamentablemente,
dadas las influencias de personajes con poder económico y hasta contactos
familiares de los usurpadores con cierto fiscal provincial, sucedió que los
órganos de control interno del Ministerio Público no hicieron nada frente al
abuso contra Delia de Lescano, hoy tan delicada de salud, y su esposo Justo
Lescano, hombre que se dedicó a hacer el bien porque lo suyo es la medicina y
porque corría a atender y curar al prójimo con prontitud, recordándosele al sur
de Lima con bastante cariño y respeto por haber sido considerado el mejor
médico de Chilca del siglo pasado.
@RRomeroVISTO
Fecha Domingo 25 de Noviembre del 2018Fecha 3:30 amTag Rafael Romero
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