Lamentablemente
seguimos cogidos por los vergonzosos episodios de corrupción que no cesan de
aparecer diariamente. Mientras tanto, pese a los discursos “descentralizadores”
del presidente, en el interior del país subsisten –por años– problemas de
simple solución que la recentralización que opera en su gobierno impide que se
atiendan.
Es el caso de la
presa de Chichicocha del distrito de Yanacancha, provincia de Chupaca, Junín,
construida en 1982 por el Gobierno del presidente Belaunde a través del Plan
Meris del Minagri, la que hace más de nueve años dejó de funcionar debido a
factores de carácter social generados por no culminarse la compensación por
afectación de las obras sobre los posesionarios de algunos predios y otras
circunstancias de carácter técnico colaterales, situación que motivó a la
población de la comunidad del distrito de Tomas-Yauyos–Lima a adoptar el año
2008 medidas de fuerza como la apertura de compuertas de la presa para impedir
su llenado en épocas de lluvia, impidiendo que en los periodos de estiaje se
disponga de reservas de agua, perjudicando a los agricultores de la zona baja
del río Cunas que cultivan cerca de 2.500 hectáreas, que llevan diez años
gestionando la solución.
En esa presa hay
inversión del Estado y es indiscutible la necesidad de restablecer sus
servicios. En ese sentido es el informe N° 01-VDIAR-MINAGRI de diciembre del
2016. Colige su rehabilitación con una inversión de 700 mil soles para
reparaciones en su compuerta y aliviadero y algunas obras adicionales. Por
tanto, en uso de sus atribuciones, el Minagri y ANA deben resolver ya el tema
social, considerando que en esa zona hace 36 años no se ha construido ni una
presa más.
Pedro Morales
Mansilla
Excongresista Acción
Popular
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