Que el alcalde
provincial necesita decir qué va a hacer con la provincia, es algo que más de
un vecino espera escuchar. Hasta el día de hoy, nadie conoce cuál es la lista
de prioridades que para Cañete desea plasmar Díaz de la cruz.
Justamente, para
alcanzar con sostenibilidad tales objetivos, requiere de manera unida al
Concejo Provincial, pues las medidas que impulsen los proyectos, requieren el
soporte de al menos su bancada que en los últimos días brilla en ausencia de
ideas.
Es razonable que los
regidores de oposición se muestren “crudos” en fiscalización a los primeros
actos ejecutivos emprendidos desde el despacho de alcaldía. Esa es la razón de
ser del juego democrático, y equilibrio de poder que en las urnas consagro la
ciudadanía.
Lo lamentable, es
que, en estos primeros días, la bancada de Segundo Díaz haya empezado a
desmoronarse, ante la actitud lisonjera y ruidosa de uno de los regidores de su
lista, quien no trasciende por innovar con propuestas al municipio, sino por
los escándalos y excesos con el entorno familiar de la autoridad edil.
No nos debería
sorprender, sin en las próximas sesiones concejales, otro regidor (o regidora)
oficialista, abandone el barco de “las manos alzadas”, ante la ausencia del
liderazgo que en la comuna provincial se percibe del burgomaestre “orador”.
Si Segundo Díaz,
quiere mantener unida a su bancada, pues debe empezar por empoderarla, y
hacerla partícipe de sus planteamientos para Cañete. El que se marque una línea
fiscalizadora independiente, con comisiones que cuenten con el apoyo logístico
y de asesores ajenos a los elegidos por el alcalde provincial, llevará a que
estos últimos asuman una responsabilidad ante la población que también los
eligió.
Ese es el primer
reto: Delegar responsabilidades políticas desde el Concejo Provincial a los
regidores, caso contrario, estaremos a merced de fiscalizaciones especuladoras,
o de denuncias de corrupción, pero sin el protagonismo para proponer soluciones
institucionales a los problemas que atraviesa la provincia.
Si seguimos aceptando
en silencio, que el actual alcalde es el “mesías” para transformar la
provincia, sólo estaremos expectantes al desenlace del desgaste político de
Díaz de la Cruz que se traducirá en retraso y postergación que tanto odiaba en
sus reiteradas campañas electorales.
Haga partícipe a los
regidores, señor alcalde, de enrostrar la realidad de Cañete, antes que
sucumban en las oficinas de administración y logística, a los plazos de las
licitaciones y la lista de proveedores. Escuche a sus regidores, señor alcalde,
antes que el concejo lo arrincone al “cómo es”, y no enfrente con usted los
problemas de Cañete.
QUIEN CONSTRUYE UN
ASCENSOR, NUNCA SUBE POR LAS ESCALERAS.
Por Vladimir Rojas
(28.01.19)
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